¿Conocen la Musaka?
La Musaka es un plato de origen árabe pero fue popularizada por lo griegos y los países balcánicos. Digamos que es como una lasaña, pero en vez de láminas de pasta, usamos láminas de berenjenas. La palabra musaka viene del árabe مسقعة
musaqqa'a, que quiere decir "refrescado", pues en Medio Oriente se suele servir fría.
Comparto con ustedes mi receta de Musaka que sé que les va a gustar. La musaka lleva tiempo prepararla, así que sería mejor que tengan un ayudante. Les pongo fotos mías!
Ingredientes para el “armazón”
- 10 berenjenas medianas
- 5 papas
Ingredientes para la salsa
- 750 gramos de carne molida (si es posible de cordero o ternera; en Paraguay eso es muy caro, por lo que uso carne de res, que acá es buenísima)
- 2 cebollas medianas
- 4 dientes de ajo
- 8 tomates perita
- 500 gramos de puré de tomate (de esos sin conservantes)
- Un vaso de vino tinto
- Una ramita de canela
- Nuez moscada rallada directamente de la nuez
- Dos hojas de laurel
- Saba’ baharat (las siete especias árabes, que pueden conseguir en las tiendas de productos árabes)
Ingredientes para la “bechamel oriental”
- Una taza de aceite de oliva extra virgen
- Una taza de harina de trigo
- 1 litro y medio de leche caliente (parece mucho, pero verán cómo se reduce todo)
- Media taza de queso desmenuzado (yo uso normalmente gruyère o parmesano)
- 1 huevo
Ingredientes generales
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Preparación del “armazón”. 1. Pelar las papas y cortarlas en láminas no tan finas. Lo mismo las berenjenas, pero sin pelarlas. Freír las láminas en aceite bien caliente. Cuando estén doradas, salpimentar y retirar. Reservar dejando que goteen el aceite.
Luego… ¡LA SALSA! 1. En una cacerola calentar una cucharada de aceite de oliva. Freír a fuego medio el ajo y las cebollas cortados en cuadritos pequeños. Cuando esté dorado agregamos la carne molida, mezclando, removiendo y machacando para que se integre bien todo. Agregamos sal, pimienta y media cucharadita de saba’ baharat. (Amo ese olorcito)
2. Cuando la carne esté semi dorada, agregamos los tomates pelados y cortados en cubitos pequeños o tiritas finas. (Yo suelo usar dos latas de tomates pelados, siempre sin conservantes, así me ahorro trabajo en pelar los tomates) Agregamos todo el puré de tomate. Agregamos un poco más de sal.
(Hay quienes usan extracto de tomate; yo nunca uso eso porque tiene conservantes y salitre, y eso, si bien le da más color a la salsa, no es bueno para el hígado y contribuye a acumular toxinas en la sangre… puaj!)
3. Cuando vemos que la carne está ya cocida, agregamos el vino tinto, la ramita de canela, una cucharadita de saba’ baharat y las dos hojas de laurel. (Wow, ese aroma que va tomando nuestra salsa!!) Dejamos cocer a fuego lento por unos 15 a 20 minutos, o hasta que vea que la salsa esté consistente, semi espesa. Probamos cada tanto la sal, y la agregamos a gusto.
Y se viene nuestro espectacular BECHAMEL ORIENTAL 1. Calentamos el aceite de oliva a fuego medio. Cuando vemos que está caliente, agregamos en forma de lluvia la harina, bien de a poquito y batimos a medida que ponemos la harina, para que no se formen grumos.
(Es muy importante que sea bien de a poquito poner la harina, pues eso se espesa de repente; si ponemos la harina de golpe, quedará muy líquido todo y no queremos eso…)
2. Cuando vemos que el preparado está algo doradito, vamos agregando la leche caliente también de a poco: agrego un chiqui, y revuelvo enérgicamente; agrego un chiqui, y revuelvo enérgicamente… y así sucesivamente hasta acabar la leche. Tiene quedar una masa espesa y uniforme. Salamos y le ponemos un poco de nuez moscada rallada.
3. Apagamos el fuego y agregamos el queso desmenuzado y el huevo, y revolvemos bien para que todo se integre.
(Pufff… ¿a quién no le hace sudar una bechamel, o no te deja con el brazo como de Hércules)
Un tip: Me gusta mezclar una cucharada de bechamel con la salsa que preparamos; verán lo maravillosa que queda.
Y ahora… ¡a armar la Musaka!
1. En un pírex, colocamos las láminas de papas fritas al fondo, no dejando espacios. Cubrimos con una capa de la salsa. (Las papas solo se usan para el fondo)
2. Encima colocamos láminas de berenjenas fritas hasta cubrir la salsa. Volvemos a cubrir con salsa, luego de nuevo con berenjenas y otra vez con salsa.
(Los árabes son de poner garbanzos cocidos en la capa del medio; queda delicioso)
3. Cubrimos todo eso con la bechamel. (Si queremos, podemos poner una fina capa de bechamel en alguna capa del medio)
4. Llevamos al horno a unos 180ºC hasta que la bechamel esté dorada.
TARÁAAN! Tenemos una orgásmica musaka que será la envidia de todos.
Yo siempre acompaño la musaka con un vino tinto Syrah o Carmenère, que según mi paladar, tienen el nivel espectacular de “frutación” y de taninos para acompañar platos especiados como este.
El placer de comer.
¡Cuéntenme qué tal les sale!