Nos quieren matar. No sabemos quién, pero vigilad vuestras espaldas cuando caminéis por las calles a pasos acompasados con la música Indie que escucháis en vuestro smartphone porque en cualquier momento ¡ZAS! Garrote vil.
La última en levantar las alarmas ha sido la científica australiana Jenny Graves (Jenny, jijiji), y su dichoso estudio exterminador. La chica se presentó en la Academia de Ciencias de Australia y dijo “VAIS A MORIR TODOS” o algo parecido (“Lo que voy a decir es una muy mala noticia para todos los hombres”). Según su teoría, tanto el cromosoma femenino, ‘X’, como el masculino, ‘Y’, contaban en un origen remotísimo con mil genes cada uno que se iban combinando alegremente dando lugar a chicos (XY) y chicas (XX).
Sin embargo, con el paso de lo años (me estoy haciendo más cruel… ¡Calla, Malú, que esto es serio!), el cromosoma Y (el nuestro) fue perdiendo genes hasta quedarse en sus 100 actuales. Por tanto, no le quedó otra a la eminente científica que concluir que el sexo masculino está abocado a la extinción. ¿QUÉ? ¿Y por qué ellas siguen sin perder los puntos del carnet de genética? Porque por lo visto están compuestas de dos ‘X’, esto es, ‘XX’, por lo que la sustitución de los genes dañados es más sencilla que la nuestra, ‘XY’, ya que ‘Y’ no tiene pareja y se destruye (sad face). Malditas.
Chicos, la 'Batalla de los sexos' llega a su fin y parece que la ganan las mujeres. El Apocalipsis final. Pero, eh, Graves ha dicho que todas estas teorías de las que habla son a largo plazo, el proceso de extinción final transcurrirá durante los próximos cinco millones de años, estamos en la flor de la vida. SALVADOS.
Ahora bien, nosotros, los hombres, hemos sobrevivido a meteoritos rusos, al fin del mundo maya, al cambio climático, a un supuesto WhatsApp de pago, al cierre de Messenger e incluso a las tartas de Ikea, si todo eso no nos convierte en unos tipos coraje, que baje Dios y lo vea (o que venga el Papa en metro, que también nos vale) y, puestos a pedir, que Alicia Keys nos haga una canción. Porque esto es sólo una batalla perdida de la guerra final (de sexos). O si no, ¿con qué se van a reproducir, con renacuajos? OH, WAIT!
Teorías de todo a 100.
PD. Hay una teoría algo más hardcore que refuta a la de Graves: la que exponía Irvine Wels en su inmortal novela 'Trainspotting', hábilmente trasladada al cine por Danny Boyle. Dice así:
"Diane tenía razón, el mundo está cambiando, la música está cambiando, las drogas están cambiando. Incluso los hombres y las mujeres están cambiando. Dentro de mil años ya no habrá tíos ni tías, sólo gilipollas".
Vosotros decidís con cuál os quedáis.
http://www.revistagq.com/articulos/exti ... udio/18005
