Cleopatra escribió:Relaciones de pareja o símplemente encuentros sexuales entre hombre y mujer de diferentes edades. Tan sólo de pensarlo provoca bastante morbo. Imaginad a una mujer madura de unos 40 con un chaval de unos 25 años.
Habéis tenido suerte de no tener que imaginar nada, aquí está el tito kluster que os va a contar su historia y no penséis que es mentira porque es verdad. Yo tenía 17 años y ella 44.
Ella, todo sabiduría, experiencia, serenidad, pasión, sin prejuicios, sin complejos, conocedora de su cuerpo y de lo que desea sin cohibiciones ni medias tintas, en plena época de plenitud sexual, según los expertos.
Ella todo sabiduría para servir una copa en su casa, tumbarse en la cama, abrirse de patas y que lo haga todo el fulano de turno. Ni siquiera se dispuso a juguetear un poco, no sé, algo de sexo oral, algo para pensar quien se supone que te iba a dar mil vueltas (yo solo había follado cuatro o cinco veces XD), pues nada, hazlo todo tú, que yo voy a gemir como una perra, eso sí y tranquilo, que de fluidos voy sobrada.
Así que eso de según los expertos, añadiría, según que expertos.
Él , todo potencia, virilidad, testosterona en plena ebullición, sexualmente muy activo, curioso, deseoso de explorar el cuerpo femenino, el sexo en todas sus vertientes, amante de las curvas femeninas y de la voluptuosidad que provoca su deseo carnal.
Cierto y lógico en un hombre/mujer de tan corta edad. En mi caso añadiría también, todo perplejidad y cara de ocho ante la mujer en cuestión.
¿Salen beneficiados ambos con la relación? o ¿debería, ella-él, ceñirse a su franja de edad para mantener relaciones sexuales (cosa con la que estoy absolutamente en desacuerdo, aunque habrá gente para todo, no me cabe la menor duda)?
Yo sí salí beneficiado, ya que estuve un verano entero follando sin necesidad de tener que dar la chapa a ninguna adolescente que se hiciese de rogar a todas horas. Quedábamos por la noche en una cafetería de al lado de su casa, tomábamos una cerveza, otra en su casa y después, sin más, al lío. Sí que es cierto que salí ganando en cuanto a experiencia vital de haber estado con alguien que gemía sin pudor y pese a los vecinos como si de matar a una gallina se tratase y que cuando ya decidí no estar más con ella porque empecé a salir con mi primera novia, encima me dio dos besos. Guay. (a lo mejor estaba deseando que me fuese y tuvo piedad emocional de mi, seguro que fue eso)