Nuestra choni de hoy está embarazada, de pocos meses, a lo sumo tres, el futuro padre no suele acompañar a su choni pareja, probablemente porque el nuevo juego de la pley se le esté cruzando.
Así es que nuestra choni hoy como siempre, va auxiliada de su madre que es en realidad la portadora del monedero , la choni madre ( chonaza ) lleva su estilismo igualmente extremo solo que con más talla , pero la influencia de la hija en la madre resalta de manera brillante , haciendo las funciones de una cuidadosa coach , aleccionando y combinando estampados a una orgullosa madre que tiene la barrera de los kilos sumada a la edad .
pero sin embargo estas barreras que al resto de mujeres nos podrían frenar , en las chonis no representan nada que no se arregle con los maravillosos tejidos elásticos .
La primera parada es en la churrería ;
una choni , embarazada tiene que estarlo y además demostrarlo y para ello nada mejor que el fenomenal churro sentada en el taburete cual pollita orgullosa sobresaliendo del resto, mientras mama gallina de pie con los tobillos hinchados por el peso y seguramente por las mayas heredadas de la niña , por esa filosofía tan practica como lógica ; “ mama estas mallas te quedaran bien porque se me han dao de si “
Pues la mama, se las pone tranquila y orgullosa de tener la estilista de casa.
Una vez el churro comido, las fuerzas y las calorías hacen su efecto, las dos emprenden el peregrinaje por las paradas coloridas , si bien es verdad que la hija va delante y la madre guardando una distancia prudente al estilo Masaco y su marido, esta distancia que podría parecer un gesto de respeto frente a la choni embarazada hija , no es tal , más bien podría llevarnos a engaño , es simplemente que la hija ha recuperado energías gracias al churro que por motivo de su embarazo tuvo que administrarse bajo prescripción materna
y luego esta también asociada esa distancia, a que mientras la prenatal choni corretea tras los colores, en ocasiones se alarga para saludar a alguna otra choni amiga ,
la mama observa detalladamente los cartones indicativos de los precios, pronosticado lo poco que le va a quedar en el monedero para llenar la olla de hoy.
Finalmente la vuelta a casa se desarrolla de forma tranquila y sosegada, con unos cuantos tops y unas cuantas bragas por consejo de la madre harta de lavar tangas que se meten en el filtro de la lavadora. y sorprendentemente con el semblante risueño ya no de la hija , sino lo mas llamativo ; de la mama…. que pese a no tener más que 5 e. en el monedero , confía en los huevos que le quedan en la huevera de la nevera y las tres patatas que está segura siguen estando en el capazo del patio …