EROTICIDADES Y ESAS COSAS (Relatos eróticos publicación)

[A Garota]

[A Garota]

El Sr. Fernández

Desde que ascendí en mi trabajo cada viernes el Sr Fernández me llamaba a su despacho para intercambiar información sobre las transacciones de la semana. Allí estaba yo, sentada en la sala de espera, algo incómoda, nerviosa e inquieta, intentando esquivar la mirada inquisitiva de la secretaria del jefe. Se notaba que sabía algo pero a mi ya no me importaba, era como una droga a la que no me podía negar.
Llevaba una falda negra por encima de la rodilla que dibujaba perfectamente las curvas de mis caderas y culo, con una abertura que dejaba ver la cara posterior de mis muslos. Lo conjuntaba con una camisa roja de manga corta y abotonada de manera que destacaba el desfiladero de mis pechos. Para rematar, unos zapatos de tacón alto también en rojo.

“Puede pasar”, me comunicó la secretaria con una sonrisa poco convincente. Las piernas me temblaron levemente y los colores subieron a mis mejillas pero pronto recuperé la compostura y me dirigí con paso firme hacia el despacho del Sr. Fernández.

“Adelante , tome asiento”, me dijo aún sin levantar la vista de los papeles que estaba revisando. Eso hice, me senté a la vez que cogí aire y dejé que saliera de mis pulmones de una sola vez. Entonces me miro por encima de aquellas gafas que le hacían tan interesante clavando sus ojos en los míos a la vez que presionaba el botón del interfono y ordenaba a su secretaria que no le molestara nadie mientras estaba reunido conmigo. Entonces comenzó la conversación preguntándome: “y bien…cómo ha ido la semana?” Aparté la silla hacia atrás, lo suficiente para que centrara sus ojos en mis muslos, y despacio crucé las piernas. Con determinación le hice un resumen detallado de las operaciones de la semana lo que me llevó algo más de 10 minutos. Durante todo ese tiempo no dejó de mirarme, observaba mis curvas y dibujaba cada milímetro de mis piernas. La tensión crecía entre nosotros. Entonces separé algo las piernas, las entreabrí lo suficiente para que se pusiera nervioso. Una sonrisa maliciosa se dibujó en mis labios al verle titubear.

“Todo muy bien, excelente, solo hay una cosa que me gustaría aclarar con usted” ._Usted dirá_ contesté esta vez ya más relajada. El juego comenzaba y ambos lo sabíamos. “Me gustaría saber…¿de qué color me traes hoy la ropa interior?” Mi cara se iluminó con una amplia sonrisa, respiré profundamente y me puse de pie, dándole la espalda y enseñándole mis muslos a través de la raja de la falda. Aún de espalda giré mi cabeza para dedicarle una sonrisa picarona mientras desabrochaba uno más de los botones de mi camisa. Entonces me dirigí hacia él contoneando mis caderas de forma femenina y provocativa, avancé hasta llegar a su altura y me incliné sobre él dejando mi pecho a la altura de su cara. Tomándole por la nuca acerqué su cabeza a mis senos, a lo que él contestó lamiendo mi canalillo con su lengua húmeda y tibia a la vez que se agarraba fuertemente a mis nalgas. Mi cuerpo se arqueó y mi piel respondió erizándose. Como si de un niño al que le acaban de hacer el mejor de los regalos se tratara, una expresión de alegría se apoderó de su rostro mientras me decía al oído “has traído el rojo pasión, uhm”. El Sr Fernández no perdió tiempo y terminó de desabrochar mi camisa, mis pezones ya estaban duros y mis senos hinchados, aún estaba criando al más pequeño de mis hijos. Sus manos procedieron a liberarlos del sujetador y comenzó a lamerlos, a mordisquearlos y a manosearlos ávidamente. Me sentía mareada, mi cabeza se inclinaba hacia detrás y de mi boca se escapaban ligeros gemidos de placer.

Entonces las manos del Sr. Fernández se deslizaron bajo mi falda y fue subiéndolas poco a poco, acariciando la cara interna de mis muslos, haciéndome gemir una vez más hasta pararse en la costura de mis braguitas. Metió las manos bajo las bragas acariciando y apretando mis nalgas a la vez que me susurraba al oído, “date la vuelta”. Yo solo podía y deseaba obedecerle así que me gire hacia el escritorio apoyando mis manos en él e inclinándome levemente, dejando mis posaderas justo a la altura de su cara. El Sr Fernández me dio una palmada en el culo y continuó subiéndome la falda mientras yo volteaba la cabeza para ver la lujuria en su cara. Bajó mis bragas lentamente y comenzó a morder mis cachetes haciéndome soltar alguna queja de dolor. En ese preciso instante, cuando más excitada me encontraba el Sr. Fernández me recordó con una sonrisa de complicidad “Sra. Fernández, no cree que es hora de dar la merienda a nuestro benjamín?” Aquella noche, al llegar a casa el Sr. Fernández y yo acabamos la faena en la intimidad de nuestro dormitorio.

[A Garota]

Tu olor


Acurrucada en un rincón de mi terraza busco tu olor en mi memoria. Tu olor, ese aroma que me vuelve loca porque te pertenece solo a ti. Mezcla de maderas, tierra, musgo, almizcle y tabaco, tu efluvio entra en mis células olfativas y suben hasta mi bulbo, transportándome al mundo de los sentidos. Mi estómago se contrae y mi piel se eriza al reconocerlo. Deja que mi nariz huela tu cuello mientras mi lengua dibuja el lóbulo de tu oreja, mi amado. Déjame que viaje a través de tu cuerpo, bajando lentamente por tu tronco, parándome en tus pezones. Deja que mi lengua delinee sus aureolas y sigua su camino hacia tu ombligo. Noto como te estremeces cuando llego a tu vientre siguiendo el rastro de tu olor. Tu pelvis sube y baja mientras un gemido escapa de tu boca. Tomas mi cabeza entre tus manos obligándome a mirarte mientras tus piernas se separan invitándome a llegar hasta tu miembro, primero con mi nariz, luego con mi lengua. Tu miembro que enhiesto me recibe con su aroma íntimo, ese aroma que ya me pertenece, ese aroma que ya es tan mío. Deja que me ahogue en tu olor, deja que lo lleve siempre conmigo.

Quizá nunca volvamos a vernos pero tu olor permanecerá conmigo siempre. Podría reconocerlo entre miles de olores porque tu olor es tu memoria.

[Cachafaz]

El perfume indeleble de una Flor que jamás se Olvida.

Quizás alguien asegure que ocurrió, o por el contrario sea un producto de una imaginación, yo no podría aseverar que cosa fue, si hasta pienso que todo esto fue un sueño de aquellos febriles tiempos de escuela.
Que importancia puede tener la cronología, fue una época muy dichosa para la nación y especialmente para toda la juventud de por si bulliciosa, que se respaldaba en las brisas del cambio generacional, en el impulso deportivo y educativo, junto al socioeconómico creo que como nunca se comenzaba a vivir desde el núcleo familiar al social en general, y si faltaba mas, ya llegaba la tecnología en imágenes, allí comenzaba la historia, mejor dicho este inolvidable sueño.
Con mis años de estudiante secundario, repitente del 4º año, en Marzo encontré nuevos compañeros de Aula, muchos conocidos ya de la vagancia anterior, pero yo me había propuesto no perder ese año, por lo que me juré estudiar como de lugar, hasta creo que me cambió la cara o los gestos y me transformé en introvertido, que en no pocas veces me preguntaban si me sentía mal, de esa forma comencé a conocer una chica del curso, decir que era linda es reconocer poco el calor del sol, veía en ella y en cada uno de sus movimientos una danza de mariposas, y en su mirada un impiadoso interrogante, podrá fijarse en mi, pregunta que ya no me dejaría en paz hasta mas allá del abordaje, ella una muy excelente he inteligente compañera, que me propuse poder aquilatar como amiga, pero ocurrió que los fines de semana, la venían a buscar sus padres, es decir que de Lunes a Viernes, quedaba en el Barrió en casa de una Tía hermana de su mamá, los padres tenían un Campo Mercedes a solo 100 Kil. De Buenos .Aires. de muy poco en poco me fui dando confianza con “Sully” (así se llamaba ella) nos pasábamos pruebas, en verdad que congeniábamos, ella era buena en historia y matemática, yo la hacia reír con mis ocurrencias, pero aportaba en geografía al dedillo, y mas de una vez la salve soplándole una respuesta, comencé a conocer a su Tía, hasta poder lograr estudiar allí con ella, el tena de las pruebas me permitieron hasta merendar en esa casa, ya la Tía comenzó a apreciarme, tanto fue así que en Noviembre, casi a poco de terminar el final de ese 4º año, me presentaron al Padre que venia a buscarla, fue muy cordial todo, tanto que salió de su parte la idea de invitarme un fin de semana completo, que podríamos aprovechar para repasar las finales, le encargo a la Tía para que hablara con mis Padres,
yo le cante 16 años, y ya casi pasaba de los 17, y esperaba ansiosamente esa oportunidad de un Sábado y Domingo en el Campo con “Sully” era lo mas…! Pero a pesar de mis deseos, me quedé con las ganas, y llegaron las pruebas, pasó el 4º año, y solo me acompaña la esperanza de encontrarla en 5º, el próximo año.

Nos hablamos telefónicamente tres veces, la última coincidiendo con su cumpleaños, en el mes de Enero, pero en cada una de las veces había el mutuo reproche de la lejanía, como el deseo de comenzar cuanto antes el 5º año, nunca se dio a ella la oportunidad de viajara a visitar a su Tía y mi barrio, esos meses fueron interminables para mi, y me hacia la idea que para “Sully” también, no se por que pero eso presumía que tal cosa así ocurría, era como algo “agridulce” que acompañaba a mis pensamientos, y en mas de una ocasión, pasaba “accidentalmente” por la casa de esa Tía, y encontraba una excusa para preguntar si sabia algo o si vendrían a visitarla, por lo que supe que en esas épocas le era muy difícil al padre abandonar las tareas del campo, por lo que en lo general los familiares eran quienes les visitaban, lo que no pudo ella hacer en esta oportunidad, atento al cumpleaños de “Sully” preguntándome si yo sabia que los cumplía en Enero, cosa que respondí afirmativamente y que la había llamado por teléfono para saludarla, la Tía me sonrió como sorprendida y me dijo, veo que ya son muy buenos amigos no, (creo que se dio cuenta que me sonrojé) y cambiando el tono de voz me señaló, mira Carlitos ya pronto comenzarán las Clases, y si dios quiere ambos terminaran el secundario sin problemas, lo importante es que estudien para lograrlo. Yo asentí, le agradecí y marché para mi casa pero antes le solicite si permitiría como ocurrió otras veces, estudiar juntos en su casa, repitió el gesto anterior y me contestó que su preocupación es el estudio y las amistades de su sobrina, dando cuenta que me conocía en tales aspectos y que si “Sully” lo quería, podría como siempre acompañarla por las tardes en las tareas tanto a mi como a otras compañeras del Curso.
Agradecí sintiendo haber vencido la peor batalla de mi vida, mi mente estaba henchida mas que mi ego, ya no deseaba dormir para que los días pasaran mas veloces, yo solo tenia un “capricho” el inicio de las clases.
Fue un Lunes de Marzo, cuando pude ver nuevamente el sol que me inundó con su calor y su luz, intente no quedar en evidencia, pero una preceptora me llamaron la atención ya que por mi estatura debía estar al final de la formación, (había perdido la noción que tenia todo un año por delante) pero ella estaba allí y eso me hacia feliz, le alcance un papelito en el aula para charlar en el recreo, la miraba y no me atraía otra cosa que su perfil, su sonrisa ese cabello largo atado “colita de caballo”, su pequeña espalda, todo me parecía tan frágil y tan bello, que por muchos minutos no puse atención a la clase.
Así fueron pasando los días, su círculo de amigas de la escuela ya daba cuenta de algún interés entre ambos, por lo que debí extremar cuidados, de lunes a viernes, que estaba bajo el cuidado de su Tía, todos los días por la tardecita me llegaba para charlar, y ya en Abril comenzaron las razones de estudio, y de 16 a 19 horas pasábamos martes y jueves con las materias que nos daban, su Tía algunas veces soportaba y atendía a mas de cinco compañeras sumadas a mi presencia, despidiéndonos siempre de su casa, con tostadas, manteca, café con leche o té, siempre en todo momento fue atenta, hasta cuando yo solo estaba allí con “Sully” estudiando, así pasamos con éxito las primeras pruebas, ya en varias oportunidades, el Padre que venia los viernes a retirarla, charlaba con migo, sabiendo que era el mejor amigo de se hija, y que nos las pasábamos estudiando y ayudando, en uno de esos viernes, vino el Padre con su Esposa, (hermana de la solterona tía de “Sully”) todos se juntaron a la salida, y quedaron en compartir la cena en casa de la tía, y después partirían para el campo, así que me alcanzaron hasta mi domicilio, y pidieron a mi madre que me dejara cenar con ellos, mi padre estaba trabajando, ella me lo permitió, sabiendo que luego me acercarían, dejé mis libros en manos de mi madre, ese día fue crucial para mi, estuvimos casi dos horas antes de cenar escuchando música, ensayábamos unos pasos con Elvis Presley, ella era una “plumita” tenia una pollera acampanada sellada en una cinturita de avispa, me daba la sensación de una mariposa flotando, en esos giros y saltos del Rock que mostraban bajo esa fina blusa de hilo, la imagen de una niña que deja de serlo, por voluntad natural de quien con diez y seis años, toma forma de mujer pues allí fue el momento que desde ella surgió su primer deseo que selló, con el mas calido beso húmedo y profundo que como mujer supo interpretar, todo se conjuró en un instante, y todo supero lo que yo anhelaba, creo que hasta mi voz cambió de allí en adelante, había cruzado todas las etapas, estaba muy a gusto y a la vez terriblemente preocupado por el mañana, ya comenzaba a percibir los miedos adultos, quizás la inseguridad se me adelantaba a cuantas otras cosas que sentía, mucha culpabilidad ante la tía, ante sus padres, apenas pude cenar. Tenia como piedras el estomago, se lo dije secretamente a “Sully” y también a ella le pasaba, así terminó la noche, se despidieron y me alcanzaron a mi casa, supuestamente todo normal, hasta el próximo lunes nos dijimos no sin ocultar un dejo de tristeza.

Esa noche me fue muy difícil dormir, ella se llevo todos mis pensamientos, más que pensamientos volaron mis fantasías, pretendiendo adivinar como estaría ella, no tuve más remedio que aguardar hasta el lunes, recién allí me volvió el alma al cuerpo, ella estaba nuevamente ante mis ojos y estaba mas bella todavía, su sonrisa fue como hallar un manantial en el desierto, solo me salio preguntarle si estaba bien y sencillamente me respondió si, cosa que me pareció un discurso de Amado Nervo, de allí en mas fuimos mas “compinches” en los recreos, ya en casa de su tía, continuábamos las reuniones de estudio, cuando estábamos solos sin compañeros ni tía, nuestros labios daban cátedra de sensualidad, hasta ese viernes que promediando el año lectivo, el padre de “Sully” me invito a pasar un fin de semana en el campo, salvo mejor opinión de tus padres señaló, por lo que me dejaba un plano con la dirección, que por otra parte era muy sencilla, Ciudad de Mercedes, sobre la Ruta (5) Km. 100 exacto. Tranquera verde grande, y casona a cien metros, si te lo permiten te esperamos el próximo sábado ambos se despidieron y partieron para Mercedes.
El lunes ya tenia la confirmación, no solo el permiso de mis padres sino que además me facilitaban utilizar el auto de mi madre, yo ya tenía carnet de conductor, sumado a las tremendas ganas de pasar dos días completos junto a “Sully” me convertían en el demente mas sano y cuerdo del mundo, pues tantas fuerzas brotaban de mis sentidos, como ideas de mi cabeza, llegó el viernes me saludó el padre de “Sully” (Nos vemos Mañana No..? Dijo con una sonrisa) La respondí con otra y un alegre si, seguro que sí.

A las siete de la mañana, tomo la Autopista del Oeste, Lujan , Ruta (5) Mercedes, en poco mas de una hora, ya estoy frente al campo, Tranquera Verde, hago señales de luces toco bocina, y al galope viene alguien sobre un caballo, se apea y me abre la tranquera, me saluda y me indica que pase y que el patrón está en la casona, agradezco y le saludo, paso hasta una especie de patio piso de ladrillos, y allí aparece don Mariano, el papa de “Sully” que riéndose me dice ¡¡..Madrugador el Muchacho he..!! Pasa..Pasa que vas a conocer un desayuno de campo, en el patio estaban tres perros grandes echados, muy mansos al parecer, a unos metros para atrás de la casona, un palenque con un caballo ensillado, que luego supe que era el de Mariano, y sin mas observaciones pase a lo que llaman Cocina, que en verdad se asemeja a Una Cuadra de Panadería, enorme cocina con mesadas en todo su extensión, una Cocina de Hierro enorme “Llamada Económica” que jamás se apagan sus leños, que además alimenta un “Termo tanque” y dominando el centro de esa Sala, una Mesa Algarrobo Rustico de nueve metros de largo, con bancos en toda su extensión haciendo juego, mostrando todo una fina línea gaucha al ambiente. Una olla enorme sobre los varios discos de las Hornallas, manteniendo en un muy leve hervor a su contenido, increíble sabor de leche cremosa recién ordeñada, que en segundos quedó servida en un Tazón, junto a otra sorpresa doble, un pan de manteca de dos kilos, y una Galleta de Campo, que parecía hojaldre. Así comencé mi primer día de campo, como a la hora, apareció la Mamá y “Sully” dispuestas a desayunar, Mariano se fue a dar una vuelta para controlar algunos trabajos, y la Madre planeaba amasar para preparar Ravioles el Domingo, ya que para hoy tenia planeado papas fritas, ensaladas y unos Bifes de Chorizo con la ayuda su empleada, que ya había desayunado y estaba limpiando la casona. Con el tema de la escuela nos fuimos con “Sully” a la sala, una especie de Hall Biblioteca, que hace de Oficina, donde hay un gran Hogar de Leñas, y mobiliario de estilo sobrio, una TV, grandes Ventanales, un Escritorio y sillones en cuero dos en dos dobles, y dos simples, un centro musical, perchero y sillas, allí pasamos las casi primeras cuatro horas de ese sábado donde yo estaba flotando como astronauta en la luna..
A las 13,30 horas, llamaron para almorzar, y lo bueno de todo o lo mas simpático fue ver en torno de aquella gran Mesa de la cocina, a varios hombres que junto a Mariano, trabajan todos los días del año, que por ser sábado luego de almorzar se retiran a sus domicilios, es una arraigada costumbre en este campo dijo Mariano (Sábado Ingles y Domingo descanso).
Cuatro fuentes de crocantes Papas Fritas adornaban el centro de la mesa, otras tantas contrastando el color con verdes y blancos de Ensaladas Criollas, y fueron Vedette los
Gruesos y Jugosos Bifes de Chorizo, cuyo aroma saturaba de impaciencia el apetito, yo no podía mostrarme privilegiando nada, ya que todo allí me sonaba a gloria, podría haberme servido vino, mas me incliné por gaseosa acompañando el gusto de “Sully” y escuche el comentario de los que bebían sin cuidado, “La siesta aquí es Sagrada” como quien se da permiso de justificación a tales excesos, pero luego comprobé tal certeza, la siesta realmente en el campo es una costumbre muy marcada, quisimos inventar el pretexto junto con “Sully” de no tener sueño y de aprovechar la tarde para caminar un poco conociendo lugares de la chacra, sus animales, para luego si continuar repasando estudios, la voz de la madre señalo con firmeza el día no está muy bueno, y la tarde se pondrá destemplada, mejor será dormir la siesta todos, vos Carlitos tenés la cama preparada en la sala de huésped, por lo que no se mencionó mas el tema, y desde las 15 horas del sábado, no hice otra cosa que dar vueltas en la dichosa cama, hasta que sentí movimientos en la casona casi a las 18 horas. Ya estaba oscureciendo, merendamos en la cocina un poco de jamón, manteca galleta y café, nos fuimos luego al Hall, pudimos la Tele, charlamos, nos rozamos cuanto podíamos, y luego llego la madre y mas tarde el padre, para invitarnos a la cocina, mientras se hacia la cena, jugar a las cartas, mientras preparaban una sopa de espárragos, un puré de papas a la manteca, y milanesas así luego continuó la sobremesa con las cartas, y a la media noche todos a dormir.

En verdad fueron más grandes las esperanzas de ese sábado de lo que el mismo me otorgó, pero nada mellaba todas mis fantasías, por lo que en cada instante me renacía la quimera de tener una buena oportunidad, para esa intimidad que permitiera encontrar las respuestas a las mil preguntas que me hacia el alma, quería arrancar de su boca un juramento de amor, no solo de sus palabras soñaba tenerlo de su cuerpo, y solo entendía lograrlo, si la abordaba en una segura intimidad, y esa noche apenas dormí pensando en las magias de Fu Manh Chu, pero desde ya estaba resignado a la suerte, de la cual no podía ni debía quejarme, madrugue el Domingo, hacia frío y pasé a la cocina, allí ya estaba Mariano, se repetía la escena del sábado, allí todo estaba calentito, la cocina de leña a full, la gran olla con leche en hervor, la manteca y la galleta, saludé al Papá, el que me preguntó si quería agregar café, mostrándome una cafetera grande enlozada, le
Puse café y leche al Tazón, estaba encendida la radio, con una emisora zonal, le pregunte si le gustaba el Futbol, me dijo que si como hincha de Vélez, le hice saber que era Boquéense, me pregunto si me gustaba andar a caballo, le dije que si, y allí nomás me dijo, termina el desayuno y daremos una vuelta, le pregunte por “Sully” se sonrió y me indico que es tan dormilona como la madre, sin mas le pidió al casero que prepare su caballo y el tordillo manso para el amigo Carlitos…! a los pocos minutos, ya estaba montado iniciando la caminata, nos acompañaban los perros de Mariano, mientra este me mostraba los “cuadros de campo dedicados a “quinta de verduras” otros de alfalfa para enfardar, en total unas cuatrocientas hectáreas, que recorrimos en unas tres horas, no sin antes del regreso, pasar por las caballerizas, y los cobertizos de las vacas, donde tenían sus amplios corrales con cercas de madera pintadas de blanco, un par de molinos con dos “Tanques Australianos” llenos de agua, que vertían en varios bebederos, todo se veía ordenado y no se si yo mostraba cara de satisfacción, que Mariano me preguntó que me parecía el campo, ya estábamos cerca del medio día, y le respondí que estaba encantado por todo lo visto, y que me encantaba esa vida, junto a tantas cosas de la propia naturaleza, se sonrió con un dejo de sorna y me espetó, ya veras cuando te apees del caballo, que tan bueno te sabrá la naturaleza lanzando una tierna carcajada.

Llegamos al patio de ladrillos, y cuando bajé del caballo, casi no podía dar un paso, estaba a diez metros de la cocina, y allí apareció “Sully” que ayudaba a la mamá con la maquina de hacer Ravioles, comenzó a reírse de mi estado, estaba como acalambrado, y quería llegar por las mías al baño, felizmente había uno contiguo a la cocina, llegué hice mis necesidades, me refresqué la cara, me tomé del lavatorio y realice algunas flexiones con mis piernas, y ya mejor pase a saludar a la mamá y a “Sully” que estaban terminando de amasar, la señora que le ayudaba estaba terminando un estofado con carne, y una gran olla ya estaba en hervor para los Ravioles, la mesa ya estaba preparada, Mariano trajo el vino, ya estaban las gaseosas frías mi amiga me sirvió para calmar mi sed, charlamos sobre el paseo dado, mientras sobre la mesa llegaban dos grandes fuentes de Ravioles al tuco humeantes, y en otra fuente trozos carne en estofado, donde se destacaban unas salchichas cubiertas de tuco, creo que fue el almuerzo mas extenso en el tiempo en el que me halla encontrado, sobraron temas de todo tipo y factura, y supe de muchas cosas de la familia como del el campo, y hasta de “Sully” que fueron los que mas me llenaron de expectativas. Se hicieron las 17 horas de la tarde, y allí fue Mariano el que me llamó a la realidad, razonando que debía irme para buenos Aires, ya que en poco tiempo mas, la autopista se pondría muy difícil de transitar, allí caí en cuenta que se había terminado mis soñados dos días, que solo fueron horas para estar con quien quería estar, y hasta dudé de la conveniencia en hacer tantos kilómetros, para no estar lo libre que soñaba estar. Me despedí de todos agradeciendo todas las atenciones, “Sully” pidió poder acompañarme hasta la tranquera, la mamá se lo permitió, subió al coche acompañándome, llegue a la salida, pudimos darnos un beso, me abrió la tranquera, me extendió su mano como diciendo voy contigo, y arranqué finalmente hasta buenos Aires, habían transcurrido dos horas aproximadamente, y desde casa, tal como me lo habían pedido, llamé al campo para enterarlos que todo estaba bien.
La vida escolar continuó bien, los promedios indicaban que no tendríamos mayores inconvenientes, nos juntábamos martes y jueves como siempre en la casa de la tía, yo con un año más ya tenía la mayoría de edad, ya hasta concurríamos al cine por las tardes, nuestros besos ya se median en tiempos, y hasta mis manos supieron de la ternura sedosa de sus pechos, estábamos ya próximos a la finalización de los estudios,
y el anuncio de los exámenes finales, nos dio motivo para pensar en otro fin de semana en el campo, “Sully” lo propuso a sus padres que aceptaron de buenas ganas, ya estábamos en principios de Noviembre, ya el verano se mostraba templado, y todos mis sentidos comenzaban a maquinar, pero con todo el terreno ya conocido, se repitió todo en otro sábado, solo que ya hacia calor y a las 8 de la mañana , ya estaba frente a la tranquera verde, haciendo señales de luces y tocando bocina, esta ves se aproximaba un auto, venían el Padre y Madre de “Sully”, me abrieron el paso, indicándome que iban al mercado del Pueblo, que pasara a la cocina que estaba el desayuno listo, y que “Sully” estaba durmiendo, que en hora y media estarían de regreso, salieron yo serré la tranquera, solo pasando la cadena y sin poner candado, recorrí los cien metros hasta la casona, estacioné el auto y fui a la cocina, y todo estaba allí como la vez anterior, tomé un Tazón le puse esa leche cremosa de una espesa capa de Nata, me senté prepare un trozo de galleta de campo con manteca, y apenas pode dar el primer sorbo, una brisa con me envolvió especie de sombra y ventarrón que pasó por mis espaldas, colgándose desde atrás en mi cuello, era “Sully” especie de cabra y gacela, todo un mimbre en su flexibilidad, que besaba y mordía mi cuello, pude levantarme y allí pude contemplar como nunca pude soñar ver cosa tan bella, una tenue túnica envolvía la imagen de tan virginal amor, especie de hada que como aquella mariposa que soñé ver una vez, estaba revoloteando con sus pies desnudos, así se dejo apoyar apenas su trasero en un extremo de la gran mesa, mientras sus brazos no abandonaban sostenerse de mi cuello, así nos besamos como nunca, le dije que sus padres vendrían pronto, se sonrió y me respondió lo se todo y te estaba esperando mucho antes de que llegaras, por ahora no hay cuidado, volviéndome a besar tomo mi mano derecha y la acompaño a su entrepierna, sentí como sus pechos se endurecían cuando me rozaban, era un ángel que me llevaba a lo insondable y mágico de una mujer imaginada, y allí por primera vez, pude descubrir que no solo el gemido surge del dolor, una mujer llegar al amor desprendiendo lágrimas, como las in entendible voces como los entendibles espasmos que se transforman en sonidos guturales, cuando el idioma no encuentra léxico posible en el placer.
Quedamos unos minutos en silencio, fue cuando ella lo interrumpió diciéndome muy al oído, hoy por la tarde, cuando todos duerman la siesta, quiero saber de tus gemidos, y tal como llegó, ese ventarrón salió como un halo hacia la casona, para bañarse y cambiarse antes de que llegaran sus padres.

Cerca de las diez de la mañana retornaron sus padres, yo no dejaba de pensar en todo lo ocurrido, estaba mostrándome jugando con los perros, especialmente un “Ovejero” que gustaba alcanzarme las cosas que yo le tiraba, hasta que con fuerte voz Mariano me indicó vamos hacer un buen asado criollo, no se levanto “Sully” preguntó, le dije que ya me saludó y que se iba a bañar, bueno le aviso al peón que me prepare la parrilla, que en una hora mas, quisiera tener el fuego ya listo, aquí hacemos los asados a leña sabias vos, especialmente con leña de frutales.
En verdad no lo sabia le respondí, sin dejar de jugar con los perros, Mariano puso la radio, y comenzó a leer el diario que trajo del Pueblo. La señora fue acomodando en un gran armario de la cocina lo traído del Pueblo, dejando por separado la carne, que destinaba para Frisar, quedó apartado un costillar un trozo de Vacío, cuatro mollejas, tres kilos de chinchulines, tres riñones, unos diez chorizos, por lo que exclame que era demasiada carne, y Mariano me responde, Penza que somos nosotros y tres mas, y que además esto será también cena.
Entonces está bien respondí, sin dejar de jugar con los canes, y sin dejar de imaginarme
Aquella propuesta al oído de “Sully” durante la siesta de todos, no podía imaginarme el momento y menos aun el lugar, pero si estaba seguro de que lo planeado por ella, se cumpliría, llegó la hora del asado, la parrilla estaba contigua a la cocina solo separada por una puerta corrediza por donde había acceso directo, llegaba ese aroma de parrilla,
mientras en la cocina la ayudanta de la casa hacia unas ensaladas, unas de verduras y otras de papas y huevos duros con alverjas, a las 13,30 horas, nos pusimos a comer, y a las dos horas, ya levantaban la mesa, todos quisieron tomar café, luego Mariano y señora se retiraron para dormir la siesta, el peón y la señora quedaron limpiando todo
y nosotros dos, ya habíamos anunciado que queríamos caminar la digestión, teniendo cuidado por el fuerte sol, aprovechando las sombras del bulevar de Álamos de los cuadros. Nos pusimos cómodos, yo un short liviano y una chomba de hilo, ella una pollera de algodón acampanada y una blusa bordada de hilo, ambos con sombreros, así
salimos a caminar, bajo la guía y buen entender de “Sully” nos alejamos por casi una hora de caminata, bajo un frondoso Roble de mas de cien años, nos dejamos caer en tan buena sombra donde un manto de tupida “lichondra” no ocultaba algunas raíces del árbol, como tampoco yo ocultaba mi emoción y deseos de acariciar tanta hermosura, los besos dieron paso a mis deseos de contemplarla, descubrí su torso lentamente solo alzando su blusa cuanto pude, quizás ella tomo nota de mi nerviosa ansiedad y puso fin quitándosela junto a su pequeño sostén, y me embriague en esos tiernos pechos, a los que besaba y acariciaba con frenesí, entonces fue ella, que me recostó dejándome contemplarla, y con una sonrisa completó una pícara mirada, dejándome verla con la media desnudez al levantar sus faldas y permitir conocer muy de cerca aquello que había tenido en mis manos y hecho gozar con mis dedos por la mañana, y solo me dijo ahora te toca a vos, poniendo seria y firme voz, solo que bien sabes nos debemos cuidar, pero te voy a mostrar cuanto se puede hacer inolvidable este momento, que para vos Carlos, mi gran amigo sabrás para siempre guardar en el recuerdo, y yo quitar de mi cabeza este tremendo deseo que hace tiempo quería definir antes que otros estudios o carreras nos separaran, tal como estaba me hizo recostar y ella deslizando hacia abajo el short se montó sobre mi, quedando para ambos los mas morbosos como especiales deseos tan naturales como la misma naturaleza enmarcaba como pincelada maestra de un cuadro de Miguel Ángel.
No se si todo esto lo soñé, pero pude imaginar lo que es capaz de hacer una Niña Mujer,
Cuyos labios y besos supuse que serian el único néctar, pero estaba muy equivocado, una Mujer cuando ama, es mágica tan mágica como la misma Naturaleza.

Carlos Lema

[petrolero66]

Aqui viene uno de mi autoria escrito en un momento de puro calenton de estado porno puro. directamente, puro sexo con poco romanticismo. vaya, un Polvazo. hay cosas mal redactadas y otras basicamente imposibles, pero en la imaginacion todo es posible. Espero os guste:

Después de disfrutar cada uno de un bocata, decidimos ir al hotel donde queremos disfrutar de nuestras fantasías sexuales.
Luego de pagar y ubicarnos en la habitación, nos fundimos en un beso donde nuestras lenguas coquetean y juguetean a reconocerse, tocamos nuestros paladares, nuestros dientes. Nuestras narices juegan al llamado beso esquimal, mientras nuestras lenguas no dejan de tocarse. Con tantas caricias y abrazos, chupo tú lengua y tú te dejas llevar. Una leve sensación de presión recorre tu boca, pero te dejas llevar por el dominio que mi boca tiene sobre la tuya.
Con una sincronía inusual, nos acercamos a la cama y nos dejamos caer sobre ella. Aun vestidos, seguimos besándonos y acariciándonos, uno al lado del otro, disfrutando de nuestros besos. Empiezo a acariciar tu espalda por encima de tu blusa, mientras nuestros cuerpos se acercan más y más, fundiéndonos en nuestros calores y deseos. Solo nos besamos.
Después de una sesión de besos calientes, juegos de lengua y caricias tiernas, me incorporo para abrir la botella de cava que trajimos. Mientras tanto, desabotonas tu blusa y solo quedas con el sujetador cubriendo tus hermosos senos que apuntan hacia mí en posición desafiante. Termino de abrir la botella, no sin antes sentir una erección. Sirvo el cava en nuestras respectivas copas, brindamos y tomamos un buen trago refrescante de buenas burbujas. Dejo mi copa sobre la mesa, y no soporto más la forma como tus senos me miran pidiéndome a gritos que los bese. Acaricio tus hombros, tu espalda, con el dedo índice perfilo tu busto llegando hasta tu ombligo, subiendo poco a poco zigzagueando por tu abdomen y pecho, mientras mueves tu cuerpo para buscar el contacto de tus pechos con mi mano. Lanzo mi mano hacia tu espalda, buscando el broche de tu sujetador, el cual con cierta maestría separo, colgándote de los hombros y mostrando la media luna de tu pecho, a la vez que también se asoma el Rosado de las aureolas de tu pezones. Dejo de acariciar tu espalda y lentamente avanzo mi mano hacia tus senos. Tus pezones duros y erguidos piden a gritos que los acaricie bese, lama y muerda. Poco a poco me acerco a ellos, los acaricio con dulzura y un toque de lujuria. Acerco mi boca hacia ellos, mientras tu levantas el pecho para sentir el roce con mi piel cerca de tu cabeza. Beso y lamo tu seno izquierdo. Beso y lamo tu seno derecho. Con tus manos acaricias mi cabeza y la empujas hacia tus senos, mientras introduces tu lengua en mi oreja. Respirando suave, lo que me produce unas cosquillas placenteras que incrementan mi lujuria. Muerdes el lóbulo de mi oreja, y yo no resisto más y empiezo a morder con suavidad tus pezones. Primero uno, luego otro y al final, junto tus senos y meto en mi boca tus dos pezones, los que mordisqueo, hacienda que contorsiones y gimas de placer. Atrayendo mi cabeza hacia ti, para no dejar de comerte los senos. Dejo escapar un poco de saliva de mi boca, para lubricarlos un poco y saborearlos con mis labios, pero insistes que te los muerdas, para calentarte más. Nuestros cuerpos están fundidos uno en el otro, acariciando nuestras partes con nuestras partes. Aun sin quitarnos los tejanos que ambos tenemos puestos. Mientras me como tus pezones, mi miembro está completamente erecto, algo que tu sientes y mueves tus caderas dibujando tu sexo en nuestros tejanos. La situación se va tornando más excitante.
Cojo mi copa de cava y vierto sobre tu pecho un poco, que con el frio y las burbujas tus pechos se endurecen. Los vuelvo a morder hasta que emites un gemido y te estremeces como si te fueras a correr. Me detengo y subo a tus labios para besarnos de nuevo y volver nuestras lenguas a saludarse y pelear por un espacio en la otra boca.
Después de un pequeño descanso, me acuestas en la cama y me abres la camisa, la cual me quito para que tengas más libertad de acción. Lames todos los rincones de mi pecho y mordisqueas mis tetillas, produciendo un pequeño dolor placentero, el cual no soy capaz de pedirte que dejes de hacerlo, sino que dejo que juegues con mi cuerpo. Tus senos juegan con mi ombligo mientras chupas mis tetillas a la vez que tus manos buscan abrir el cinturón de mi pantalón, el botón fuera del ojal y la cremallera corre hacia abajo sin prestar resistencia. Bajas tu cabeza para lamerme el abdomen, mientras tus senos coquetean con mi miembro que está erecto, esperando a ser visitado, esperando tus caricias, esperando tus besos.
Haces un movimiento de vaivén dejando que tus pezones recorran todo mi pecho, hasta que los pozas sobre mi boca, mientras tu entrepierna siente la dureza de mi miembro y lo metes entre tus piernas, entre tus tejanos. Situación que te excita al sentir mi viril miembro perderse en tus delineadas piernas y el baile de tus caderas para sentirlo cerca de ti.

La excitación que tengo hace que mi euforia se eleve y desee hacerte mía. Te tiro sobre la cama y empiezo a chupar y morder tus tetas. Primero una, luego la otra y por último las dos juntas, lo que te produce placer y contorneas tu cuerpo. Decido poner un poco más de picante a la historia. De la mesa de noche saco unas esposas con las que decido amarrarte a la cama. Aceptas, no sin antes habértelo preguntado. Una vez esposada de manos, para sorpresa tuya, saco un pañuelo de seda y te cubro los ojos. Me aseguro que no ves nada. Comienza mi juego…
Ante todo, te quito los tejanos, dejándote un bikini que delinea tu coño, ya húmedo por los besos, abrazos, y sensaciones, sin darte cuenta, empiezo a morderte los dedos de los pies, lo que te generó un cosquilleo. Te dejas hacer, lentamente, empiezo a lamer tus piernas, poco a poco, una por una, subiendo la misma distancia en ambas, para que sea equitativo. Al llegar a tu coño, abres levemente tus piernas para qe mi cabeza lo busque, pero en ese momento me levanto de la cama. Regreso al muy poco tiempo. Me siento al lado tuyo. No te permito hablar, ahogando tus palabras con un beso de lengua profunda. Antes que se derrita, cojo un hielo que traje en un vaso, y lo empiezo a pasar alrededor de tu pezón izquierdo, sin despegarlo de la piel, hago lo mismo con tu pezón derecho. El calor de tu cuerpo hace que poco a poco se derrita el hielo, y las líneas de agua surcan tu pecho hacia tu espalda. Produciéndote una fina piel de gallina. Comienzo a bajar el hielo por tu abdomen, buscando tu vientre y lo estaciono en tu ombligo. Te quito el bikini y con mis dedos, dibujo tu coño hasta llegar a tu culo, el cual bordeo tocando la pequeña sima que se abre un poco invitándome a entrar. Cojo el hielo y sigo bajando hasta tu coño, acariciando con el tu clítoris, y después introduciéndolo en tu coño, manteniendo mi dedo dentro de ti. El frio del hielo, y el jugueteo de mi dedo te hacen estremecer. Quieres soltarte las manos, pero no lo hago. El calor de tu coño hace que el hielo se derrita rápido, cayendo todo el agua mojando tu culo, el cual se cierra por complete por el mismo frio del agua.
Después de un baño de agua fría, me termino de bajar los pantalones que ya antes habías abierto y me quito los calzoncillos. Me acuesto sobre ti bajando hacia tu coño todavía mojado, hasta llegar mi boca a el y empezar a lamerlo, morder tu clítoris, penetro tu vagina con tres dedos, mientras pellizco un pezón de una de tus tetas, estas que bailas en la cama esposada del placer que te doy. Luego saco uno de mis dedos, completamente lubricado por tus fluidos y empiezo a penetrar tu culo con él. Dejo los dedos profundamente metidos en tus dos orificios mientras chupo tu coño, muerdo tu clítoris, lamo tus pierna. Te corres, gimes, estremeces tu cabeza contra la almohada, levantas tu cintura buscando mantenerla pegada a mi cabeza para prolongar el éxtasis del orgasmo. Caes desplomada sobre la cama, buscando aire y un pequeño y merecido descanso.
En tu éxtasis, me levanto de la cama y me subo a ella, colocando cada una de mis piernas a tus costados, y poco a poco, caminando con mis rodillas, llego hasta tu boca, ofreciéndote mi polla. La besas y abres tu boca para meterla dentro, levantando el cuello para poder introducírtelo lo más profundo que puedas, ayudándote con suaves movimientos de vaivén por mi parte, muerdes mi cabecita, la lames, te lo vuelves a meter hasta el fondo, y así repetidas veces… después de un buen sexo oral, pero yo sin correrme, me pides que me masturbe para correrme en tu boca, pero aun no te hago caso. Vuelvo a bajar a tu entrepierna la beso con deseo, cuando saco tu vibrador y empiezo a penetrarte con él, mientras chupo tu clítoris y con mi mano libre, penetro tu culo. Después de un corto tiempo, vuelves a correrte, muy largo, pienso que fueron dos veces seguidas, lo que hace que mi erección sea cada vez más dura y aumente mi deseo de penetrarte. Me pides que te de por el culo. Primera vez que te complazco. Levanto tus piernas y coloco tus rodillas casi al lado de tu cara, dejándome tu culo a la vista, invitándome a entrar y quedarme un buen rato, algo que no quise evitar. Tu culo me espera y no lo hago esperar. Meto solo la cabeza, mientras gimes un poco de dolor, y esperando que tus músculos del ano se acostumbren al inesperado visitante. Una vez que se acostumbra tu ano a mi polla, me invitas a que avance, llegando a penetrarte hasta lo más profundo y empiezo a moverme adelante y atrás, con pequeños movimientos circulares. Gimes de placer y dolor, es cuando invito a mi amigo consolador a visitar tu coño. Te sorprende, pero te dejas llevar, y, poco a poco, y con una vibración regular, te voy penetrando. Mueves la cabeza de placer y algo de locura frenética. Te corres repetidas veces, gritando en cada una de ellas. Sincronizo mi movimiento pélvico con el vibrador, para que cuando yo esté dentro el vibrador fuera y viceversa, y también para que ambos entremos al mismo tiempo, lo que te hace seguir gritando del gusto y del placer. Vuelves a correrte. Yo estoy a punto de hacerlo. Lo sientes por mi cambio de ritmo y me pides que me corra en tu boca, que quieres probar mis sabores. Me salgo de tu culo y acerco mi polla a tu boca, y tu, con experiencia la chupas y muerdas, haciéndome estallar en un chorro que entra en tu boca y un poco sale de ella, bañándote la mejilla y el mentón. Me pides que no me aparte, que me quieres exprimir y yo, con contorsiones de placer me mantengo firme a tus deseos, penetrando a veces profundo en tu boca y tú mordiendo mi cabeza para generarme ese placer único. Caigo a tu lado y en ese momento, descubro tus ojos y te libero de las esposas. Beso tu cara limpiando con mi lengua los restos de mi esperma y terminamos fundidos en un abrazo y un beso de características únicas.

[A Garota]

[align=center]El Yin y el Yang[/align]


Los polos opuestos. ¿Es verdad lo que dicen? ya saben, eso de que se atraen. Yo me agarré al dicho para sacar aquella historia adelante. Pero, si no es cierto ¿por qué los que te quieren te advierten de lo negativo que es todo? Eso de que esta relación no puede llegar a buen puerto, no hay nada en común entre los dos, su carácter y el tuyo no tienen nada que ver, que me iba a autodestruir y demás cosas. Yo era de esas que se empeñaban en demostrar que los que nos quieren y aprecian, no siempre llevan razón.
Álvaro era un hombre de esos que amenizaban la fiesta, carismático, de los que, a mi parecer. siempre decía lo que el otro quería escuchar. Un poco superficial para una joven irreverente y políticamente incorrecta. Ya ven, el Yin y el Yang me gustaba llamarlo. Las dos fuerzas opuestas pero complementarias que se encuentran en todas las cosas.

Así éramos nosotros, nos atraíamos con la misma facilidad con la que nos odiábamos. Yo podía estar tan enfadada con Álvaro como para inventarme adjetivos que no existían en el diccionario para describir todo lo malo que en él veía. Pero allí llegaba él, en la cocina, acercándose sigilosamente hacia a mí por la espalda y casi susurrándome me preguntaba "¿Dónde decías que iba el tenedor, a la derecha o a la izquierda?" Mi cuerpo le respondía estremeciéndose desde la punta de mis pies hasta la raíz del cabello, se apoderaba de él una energía que me hacía olvidar todos aquellos feos calificativos que le había dedicado horas antes. La razón me abandonaba y mi cuello se inclinaba levemente mientras mi mano, con un movimiento muy suave, apartaba mi cabello a un lado, ofreciéndole mi nuca desnuda a sus labios, como si de una ofrenda se tratara. Esos labios carnosos que no tardaban en posarse dulcemente en ella, haciendo que toda mi piel se erizara, mis puños apretaran fuertemente mi falda y mis ojos se cerraran mientras sentía la locura aduerñarse mis actos.

Otras veces era Álvaro el que se desesperaba por mi cabezonería, por mi carácter cortante y agrio. Entonces yo me convertía en una niñata malcriada para él. Pero a mí sólo me bastaba sentarme a su lado en el sofá, desplegar la manta a cuadros, acurrucarme a su lado a la vez que le decía muy cerquita al lóbulo de su oreja, tanto como para que sintiera mi aliento, "me apetece palomitas". Entonces el vello de sus brazos se erizaba bajo mi mano, su pulso se aceleraba y soltaba un profundo suspiro. Se volvía hacia mi, mirándome con unos ojos inundados en deseo, acercaba sus labios a los míos y antes de besarme apasionadamente dibujaba una sonrisa en su boca sentenciando"eres una niñata". Yo llevaba su mano a mi cara haciéndole notar cada uno de sus rasgos, como si de un ciego se tratara, no quería que los olvidara jamás. Lo demás ya era todo cuestión de química.

A día de hoy Álvaro sigue sin querer enterarse de dónde va el tenedor y a mi, a mi me siguen gustando sus palomitas.

[TRANCE]

Este relato es un verdadero largometraje, si desean lo leen por parte, un poquito cada día como un libro hasta terminarlo.
Se lo iba a dedicar a una/s foristas pero cambie de opinión para no herir sensibilidades.
Aquí está, que título le pondrían?


Me encuentro encerrado casi desnudo, solo llevo mi slip, parece ser un cajón de madera

y todo está oscuro, apenas por una rendijas entra aire, puedo respirar pero mi sudor se

concentra en el poco oxígeno de este habitáculo. Como llegué aquí no lo sé, no lo recuerdo,

pero ahora lo que más me preocupa es hacia donde voy, quien estará afuera de esta caja

esperando por mi. Escucho voces, la caja se mueve, la levantan para luego bajarla de lo que

creo es un camión, no hablo, solo respiro esperando el desenlace de esto, de repente la caja es

apoyada en el piso o eso parece. Las voces son masculinas pero rápidamente se van y otra vez

el silencio y la total oscuridad se hacen presentes.



De repente vuelven a mi algunos recuerdos, ahora empiezo a entender parte de lo ocurrido.

Estaba en un bar, en una de las mesas una mujer hermosa a la que decidí ir a buscar, tenía

que ser mía, ninguna se puede resistir a mis encantos, soy atractivo y sensual, que mujer no

desearía tenerme a su lado, esta no sería la excepción. Me presento, la encaro, le hago notar

mis encantos, ella parece rechazarme, insisto y vuelvo a hacerlo. Ella parece rendirse a mis

insinuaciones. Me siento a la mesa, hablamos, la invito una copa, acepta, nos miramos, en sus

ojos algo es diferente, parece que está pensando en mi o en lo que desea hacer conmigo. Se

llama Romina y de sus labios surge la invitación a su casa, a tener el sexo que estoy buscando.

Fue muy directa, eso me gustó pues no lo esperaba, pero seguramente mi atractivo la sedujo.

Suelo generar eso en las mujeres.



En mi auto fuimos a su casa, una bella morada, moderna, minimalista en parte, decorada con

buen gusto. Me invita a pasar, música y unas copas. Las copas se repiten, nos miramos, un

beso en mis labios me hace notar lo caliente que es, es muy hermosa, sus ojos brillan, sus

labios muestran casi una suave risa, una sutil mueca de alegría. Y otra copa. Y nada más… no

recuerdo más, hasta allí mis recuerdos. Seguramente me dormí, seguramente me durmió!!

La muy zorra me debió haber drogado para meterme aquí… pero porque?? Cuál sería su

objetivo?? !! Cuál sería su meta, si ya me tenía a su lado. Algo me hace sentir que pronto lo

sabré, sólo me queda esperar. El tiempo pasa, estoy cansado y me duermo. Ya no tengo noción

del tiempo.



De repente el sonido de un taladro me despierta, están abriendo la caja!! Al fin!! Al fin sabré

la respuesta a todo esto, seguramente habrán creído que soy rico y pedirán rescate. Pero no

tengo familia cercana y no estoy comprometido con nadie, se quedarán con las ganas!!! Jajaja,

se arrepentirán de esto, o tal vez me maten. Y al pensar eso me asusté. La caja se abre, la tapa

es corrida a un lado, mis ojos sufren por la luz y tardo unos cuantos segundos en abrirlos… y

sorprendido veo una mujer, no era aquella chica del bar, quien será no lo sé, nunca la había

visto.



Después de unos minutos mis ojos ya la ven perfectamente, es hermosa, es impactante.

De aproximadamente 1.70 metros de altura, de contextura media, es imponente, es rubia y

viste un conjunto de látex negro muy brillante, es un vestido enterizo de falda corta y mangas

largas, acompañado de unos altísimos tacos negros y delicadas medias negras con fantasía.

Me saluda, me extiende la mano y me ayuda a salir del cajón de madera. Saca un sobre del

interior y luego de abrirlo lee la carta contenida en el. Trato de preguntarle quien es y que

desea de mi, pero con una seca respuesta me ordena callarme mencionando que eso es lo que

me conviene. Lee pausadamente, guarda la carta en el sobre, lo deposita en una mesa que se

haya a su izquierda y se dirige a mi.



-Hola. Soy Dómina Máxima. Seguramente te estás preguntando los motivos de tu presencia

aquí. Rápidamente te explicaré, no hables, no repreguntes nada, sólo escucha. Ayer conociste

a Romina, una amiga, ella me dice en esta carta que eres muy creído, muy altanero, que

piensas que todas las mujeres te debemos placer, que todas morimos a tus pies, que todas

somos unas zorras dispuestas a darte placer y que enloquecemos a tus encantos. Ahora eso

cambiará, ahora tú verás que eso no es así. Yo me encargaré de eso por pedido de Romina.



Quise hablar pero su dedo índice se posó en mis labios evitándolo. Escucha, me dijo. Soy una

Dómina, una mistress profesional y mi objetivo es hacerte ver el lado femenino de las cosas,

detrás de esa supuesta masculinidad se esconde una faceta femenina, una fuerte envidia a ser

eso que tú crees ver en todas las mujeres, estarás a mis órdenes, haré de ti lo que se me plazca

y te dejarás hacer lo que yo desee. Al final de la “prueba”, llamémoslo así y termine tu estadía

aquí podrás retirarte siendo lo que eres ahora. Tú elegirás que deseas hacer, pero mientras

tanto y a partir de este momento eres de mi propiedad, me perteneces.



Rehusarte no puedes,o puedes pero piensa si lo deseas. Romina te fotografió en su casa, mira, aquí me manda unas

copias para que las veas y te convenzas, si te decides marchar mañana en tu oficina todos tus

compañeros, amigos, jefes y vecinos de tu casa tendrán estas imágenes en sus manos. Si te

quedas y accedes a la “prueba” al terminar te marchas con las copias y los originales y tal como

llegaste.



No podía creer lo que veía, en las fotos estaba yo haciéndole sexo oral a un tipo en el sofá

de su casa, serán trucadas o eso pasó mientras la muy zorra me durmió?? No lo sabía,

no lo recordaba, pero lo que era seguro es que parecían reales y llegado el caso nadie se

preocuparía en averiguarlo. Mi destino estaba marcado. Debía pasar la prueba, o como se

llamase esto, y luego marcharme lejos de este par de locas. Es sólo una prueba, muy difícil no

ha de ser, pensaba para mis adentros.



Que dices? Aceptas o te marchas?, pregunta ella. Yo asentí, no tenía otra alternativa, era

demasiado arriesgado y no me pareció ver una mentirosa en ella. Además era una mujer

hermosa, excitante y hasta quizás se enamore de mi y terminemos teniendo sexo, llegué a

pensar. Nuevamente asentí y con ello sellé mi pacto.



Así me gusta!! Eres creído pero tienes sentido común y sabes lo que te conviene, eso me

agrada. Quizás pases la “prueba” con éxito. Esto es muy simple, tú no hablas si yo no te lo

digo, para ti soy tu Ama, te dirigirás a mi como Ama, cada respuesta tuya debe terminar con

Ama, no pides nada, no importa lo que tu deseas, solo lo que yo quiero. Sacaré de ti tus deseos

reprimidos, esos que crees ver en nosotras, si no es así te marcharás, si lo es tu vida cambiará.

Entiendes? Comes cuando yo quiero, bebes cuando yo quiero, haces lo que quiero y obedeces

en todo sin refunfuñar. Te quejas y sufres el castigo, obedeces y estarás más cerca del final. Lo

entiendes? Lo entiendes?? Repreguntó con énfasis.



-Si, respondí yo.



-Si que? Si que? Acaso eres estúpido?.



-Si Ama. Si Ama, entendí. Respondí algo sorprendido por la fuerza de sus palabras.



-Así está mucho mejor.



Comenzaremos, me dice. De arriba de la mesa toma unos brazaletes de cuero con hebillas y

una argolla, me pone uno en cada muñeca y en cada tobillo. Saca mi slip dejándome desnudo

por completo y une mis muñecas entre sí. De al lado de la mesa trae una silla, no es una silla

cualquiera, en su asiento descansa de forma erecta un consolador, color piel de un tamaño

medio, algo más pequeño que mi propio pene.



-Pobecito!! Has de estar cansado!!, ahora te sentarás a descansar. Jajajaja!!! Ven, siéntate.



-Pero… pero…



-Pero qué? Acaso has olvidado tu pacto? Lo primero es dilatar tu culo para lo que viene, vamos

siéntate ahora!! No me hagas repetirlo!!



Me acerque a la silla, noté que tenía algo de lubricante, y de apoco comencé a sentarme allí

moviendo mi culo virgen para que entrara ese pene con el menor dolor posible. Ella me mira,

ella se ríe, ella me empuja sobre el asiento. El consolador entra por completo, mi culo ya no

es virgen, nunca pensé que me ocurriese algo así. Me ata cada tobillo a las patas de la silla,

me toma del cabello y me zarandea de un lado a otro, me levanta y me hace bajar sobre aquel

miembro de goma. Me levanta… y me baja, me levanta y me baja. Debemos dilatar tu colita,

puta! Acaso no lo entiendes?? Ya verás como te gustará, ya verás, jajajaja. Nuevamente la risa

como eco de sus palabras. Ya verás cuando acabemos la linda putita que serás, me pedirás

esta silla para llevarla a tu casa y hasta tal vez no la quieras por pequeña!!! Quizás luego te

gusten más grandes!!! Jajajaja. Sigue moviendo mi cabello y mi cabeza fuertemente de un lado

a otro, me habla al oído, me humilla me trata como a una puta, toma una fusta y golpea mis

nalgas, mis muslos, lo hace varias veces y con fuerza… mis quejidos no la detienen ni un poco.



-mmm, ya verás en la puta que te convertirás, ya verás como saco la puta que llevas dentro!!!

Marica!! Eso eres en el fondo, una verdadera marica!!, una putita deseosa de serlo todo el

tiempo, mi olfato nunca falla, jajajaja. Y pensar que te crees machito, te crees un adonis, un

sex symbol!!! Jajajaja. No eres nada de eso, eres solo una putita.



Repite estas palabras una yotra vez en mis oídos, mientras continúa con su maltrato físico.

Pellizca mis pezones y me hacelevantar y bajar sobre el pene de goma.

Mi ano ya se está acostumbrando pero mis piernas mecomienzan a doler.



No se cuanto tiempo ha pasado, ya el tiempo es algo que no controlo, me acerca una copa con

agua, la bebo con ansias, muero de sed. De repente siento sueño, siento mucho sueño. Otra

vez me han drogado.



Despierto y aunque parezca mentira me siento un poco más descansado, en ese instante

ingresa Ama Máxima a la habitación.



-Has descansado putita?? Seguro que si, te drogué para que te relajes y puedas hacerlo, aparte

para que tu culo se acostumbre a ese hermoso artículo que llevas. A estas alturas ya ha de

estar bastante dilatado y no sientes nada de dolor. Todo lo que viene ahora será placer!!!

Al final me lo agradecerás!!! Ya lo verás.



Ahora continuaremos con el próximo paso, miralo que traje, me dice con voz socarrona y actitud dominante mostrándome un neceser con

artículos de maquillaje. A todo esto mis manos están atadas al respaldo de la silla y mis tobillos

continúan fijados a sus patas. Estoy a su merced, siempre lo he estado desde que entre aquí.



Ama Máxima abre el neceser y saca los diferentes elementos, comienza a maquillarme.

Primero base, luego rubor, pinta mis labios, sombra en mis párpados, pestañas postizas y

rímel. Desata mis manos y pinta mis uñas de rojo carmín, a juego con mis labios. Finaliza con

una peluca morena de largas coletas. Saca el espejo y lo pone frente a mi para que observe su

obra de una media hora aproximadamente.



Me miro, no lo puedo creer, el maquillaje es el de una puta, bien hecho pero bastante

recargado, la verdad es que en el fondo me gusta lo que veo, creo que de no saber que soy yo

intentaría seducirme.



-Mírate, una verdadera putita!! Hermosa, estás hermosa!! Muy sexy, estás divina!!! No lo

crees así??.



-Si Ama, respondí.



-No te escucho, como dices?? Repreguntó.



-Si Ama Máxima, estoy hermosa, divina muy sexy y muy putita con este maquillaje.



-Así está mejor, parece que aprendes rápido, eso me gusta.



Sale de la habitación para inmediatamente regresar con una percha con ropa en una mano y

un par de zapatos en la otra.



-mmm bien. Con ese maquillaje no te creerás que andarás desnudita, ni vestida con esas

inmundas ropas que sueles usar, una putita como tú necesita la ropa adecuada y aquí la tienes.



Mira, todo rosa, como las putitas!!! Para que disfrutes el roce en tu cuerpo y al mirarte notes

lo mariquita que eres!!! Lo perra y cerda marica que eres!!! Jajajaja.



Se acerca, me libera de esa silla, mi culo respira, me saca los brazaletes y tobilleras y me

ordena pararme. Me pone un brassier negro y unas bragas haciendo conjunto, encima un top

rosa de raso con bolados y lazos cual el de una Barbie, abajo una falda rosa haciendo juego con

el top. Me hace sentar en la silla, ahora sin el pene en ella, y me enseña a ponerme las medias,

medias rosas que llegan hasta los muslos con lazos a sus lados. Con cada prenda que me pone

me humilla cada vez más, se burla de mi suerte, me dice lo putita que estoy quedando, lo

cerda marica que soy y que debo ser, que debo aprender algunas cosas de las mujeres y se ríe

y me toca la cara, y la cola, y los pezones.



-Ahora para seguir… faltan tus zapatitos!!! Los zapatitos que te harán caminar como una

verdadera maricona y puta callejera.



Me entrega un par de zapatos negros de tacón alto, altísimo, muy empinados, casi que no

me entran, casi que no puedo pararme con ellos. Lo logro con dificultad para luego volver a

sentarme. Nuevamente coloca en mi los brazaletes y tobilleras. Me hace ver al espejo. Guau!

Me veo como una puta! Una callejera aunque dulce nena, me veo como una puta!! Vestida y

maquillada como tal!! Me está convirtiendo en una verdadera puta. Pero conservo aún mis

rasgos masculinos en brazos, piernas y rostro, me veo como un travesti!!! Pero creo que en el

fondo me está gustando lo que veo y lo que estoy sintiendo, no lo se, no estoy seguro, no se

que pienso, es demasiado para mi.



Me hace poner de pie, me hace caminar para un lado y otro de la habitación, me cuesta

hacerlo, es la primera vez en estos tacos, aunque algo me hace pensar que no será la última.

Me dice que debo ser elegante y caminar sonriendo, mirando hacia adelante, moviendo la

cadera y sacando mis manitos hacia afuera como una nena delicada, eso me humilla más!!!

Por dios… estoy hecha una puta!! No lo puedo creer. Me detengo en el centro del cuarto, toma

mis manos y sujeta los brazaletes a sendas cadenas que cuelgan del techo, mis manos quedan

extendidas hacia arriba, abre mis piernas y coloca una barra entre ellas fijadas a cada tobillera,

ahora no podré cerrarlas. Me encuentro colgando del techo y parado sobre estos malditos

tacos que están matando mis pies. Pero al ver los tacos me excitan. Siempre me excitaron.



Me sujeta de la barbilla fuertemente y mirándome con firmeza pero con un tono socarrón y

burlesco me dice:



-te gusta lo que ves?? Te gusta cerdita? Mírate, ahora eres toda una dulce putita!! Una

encantadora y dulce putita pero que aún necesita esforzarse más. No lo crees así mariquita?



-si Ama Máxima, seguro que si.



-Porqué te colgué aquí te preguntas? Pues antes de la última fase de la “prueba” debemos

prepararte un poco más. Aún no eres lo suficientemente putita. Y de la mesa trae una caja, la

abre y de allí saca un artefacto que nunca había visto, pero que por su forma imagino lo que

hace. Es un arnés de castidad, una cárcel para mi pene, una prisión. Lo abre, pone el aro por

detrás de los testículos, lo cierra, coloca el cabezal y zas! El candado que los une.



-Ves putita?? Ahora estas mejor, una putita no necesita de esto para excitarse, usa su conchita

y a partir de ahora tu conchita será tu colita!! Ese lindo agujerito que ya estamos preparando,

verás como disfrutas, pero por si acaso… mejor tomar precauciones, y la llave la guardamos

aquí, dice colocándola en uno de los ojales de su vestido cercano a su pecho.



Toca mis testículos, mi pene intenta pararse, la cárcel lo detiene, ella continúa pasando sus dedos sobre

ellos burlándose de mi suerte. Siempre su tono es humillante, irónico, burlesco, y cada vez más

socarrón. Me toma de la cara, me da algunas palmadas en las nalgas, luego en las mejillas, eso

se repite todo el tiempo, me hace sentir puta, sucia, barata, humillada, a su total merced.



-no desesperes puta, me dice. Aún queda más, mírate esa pancita!! Muchos chocolates y hot

dogs en tu dieta, ya lo revisaremos, pero por ahora pondremos esto. Me muestra un corset

negro, levanta mi falda, me lo coloca en la cintura, lo ciñe y por detrás lo ajusta, lo ajusta

mucho, lo hace con fuerza, luego fija las medias a los tirantes y me acomoda la falda.



–disfrutas cerda?? Disfrutas de esta ropita?? Te gusta verdad?? Pero mira que figura

tienes??!! Ahora eres una delicia, un verdadero bombón, morirían los hombres si te vieran!!!

No es verdad mariquita?? No es verdad??!!



-Si Ama Máxima, morirían si me vieran.



-Pero, mírate, estas vestida como una putita dulce, caminas como tal y me hablas con esa voz

de hombre?? A partir de ahora empieza a afinar tu voz, a los hombres no les gustan las putitas

maricas con voz gruesa, vamos!! No te lo repetiré!!



-Si Ama, Si Ama Máxima, respondí tratando de afinarla lo más posible.



-Bien!! Así está mejor!! Esa es la actitud!! . Y ahora hay que ponerte un nombre, un nombre

para lo que eres, que te represente y nos demuestre como te sientes… no te parece?

Mmmmm, ya está, brigitte, eres brigitte!! Te gusta tu nombre cielito??



-Si Ama Máxima, si ama, me llamo brigitte.



-que eres brigitte?? Vamos dilo! Que eres?



-Soy brigitte, una puta marica! Soy brigitte una cerda putita.



-Otra vez, repítelo hasta que lo aprendas, anda!, repite.



-Soy brigitte, una puta marica! Soy brigitte una cerda putita. -Soy brigitte, una puta marica! Soy

brigitte una cerda putita. -Soy brigitte, una puta marica! Soy brigitte una cerda putita.



-Y seguramente sabes que las cerdas putitas y mariquitas nunca tienen su colita libre, no es

verdad??



-Si Ama Máxima.



-Por lo cual falta esto.



Y pone frente a mi un dildo anal que se infla con una bomba de mano.

Se dirige a mi culo, lo abre, mete el pene en mi ano y comienza a inflar la bomba. El pene crece

en mi interior, cada vez más, lo siento se ensancha, es una sensación única, diferente, siento

mi culo completamente ocupado y a punto de estallar!!, está dilatando mi ano hasta el límite.

Pero me agrada la sensación de mi culo ocupado, ella se da cuenta y me lo dice.



-Te gusta verdad??, sabía que si!! Lo sabía!! Y si aún no es así ya lo disfrutarás en una cuantas

horas. Mmm que bella estas!! Que bella estas!! Una real mariquita deseosa de tener su culo

lleno, y de lucir ropas sensuales y sexys para sus futuros machos!!!. Jajajaja. Ahora brigitte me

retiraré para dejarte disfrutar de estas sensaciones, tu culo lleno hará que pienses lo que estás

viviendo y saques de ti la perra, la puta, la marica que siempre ocultaste. Te dejo el espejo para

que te mires, para que te disfrutes.



Me dormí, con mi cabeza y pensamientos a mil revoluciones, dormité colgado de aquellas

cadenas, tal vez media hora, tal vez menos. Mi cuerpo está cansado, mi culo dilatado, mi

mente confundida y mi orgullo completamente destruído. Soy un hombre, pero no creo

poder soportar esta situación por más tiempo. Me considero un macho, pero ahora soy una

nena putita vestida de rosa con bolados, lazos, tacos altos y un pene en el culo y no puedo

rehusarme a nada de lo que me pasa.



El sonido de sus tacos me despierta, en sus manos una bandeja trayendo un plato con comida

y un vaso con agua. Sale y vuelve a entrar, con ella trae un colchón que arroja en el suelo. Me

da un par de cachetadas para asegurarse de que despierte, toca mi culo, toca mis pezones, sus

largas uñas me acarician provocándome espasmos, me pellizca, toca mi pene prisionero de

aquel artilugio, se burla de mi, se ríe, me humilla con cada palabra, su cara esboza una mueca

risueña constante y mi autoestima está cada vez más abajo.



De pronto me desata de aquellascadenas y saca la barra que separa mis pies, para después aflojar el dildo anal y sacarlo por

completo. Mi culo se alivia, pero se siente vacío, extraña aquel elemento. Camino hacia la silla,

me siento a la mesa y ante su orden procedo a comer y beber. Lo hago con ansias, ya casi no

recuerdo cuando fue la última vez que lo hice, como mientras ella me mira y se marcha pero

no sin antes decirme lo hermosa putita que soy, lo cerda marica en la que me convertí , en el

montón de vivencias que me esperan y en el severo castigo que me ganaría si me saco sólo

alguna de las prendas que llevo. Se fue, terminé de comer y rendido me acosté en el colchón.

Finalmente caí dormido.



Las horas han pasado, ahora si han sido varias. Ama Máxima entra con un café, lo pone sobre

la mesa, me mira y me dice:



-Hola brigitte, perrita, como has descansado?? Parece que bastante bien, se te nota más

relajada. Seguro has soñado con vestidos, tacos y alguna que otra verga!! Asi son las putitas,

tienen sueños calientes!! Toma tu café y tus tostadas y si deseas orinar hazlo en ese recipiente

de la esquina, anda, que te espera un hermoso día.



Me acerco a la mesa y desayuno. Luego me dirijo a la esquina a orinar, aun mi pene está

prisionero. Me estoy terminando de despertar cuando regresa, me toma de la cara y me

levanta de la silla, me da un par de cachetadas y de nalgadas. Me hace agachar, levanta mi

falda rosa y con poco lubricante vuelve a meter el dildo anal en mi culo, rápidamente presiona

la bomba manual y el dildo se hincha en mi interior, ya conozco esa sensación no es extraña.



Me paro, con el dildo adentro mío y la bomba de mano que cuelga entre mis piernas. Me

hace caminar como me enseñó, como una putita, pasos cortos, manos pegadas al cuerpo

y apuntando hacia afuera, quiere que lo sienta aún más adentro y mi culo se acostumbre

nuevamente luego de pasar una noche vacío. Me para en el centro del cuarto.



- Ya sabes que eres para mi, verdad brigitte??. A ver dímelo. Vamos, dilo!!



-Soy brigitte, una putita, una cerdita maricona, Ama Máxima.



-Bien, muy bien. Y como lo has dicho eres una putita, y las putitas deben trabajar, no esperarás

que tu Ama te mantenga todo el tiempo? No es así cerdita??, no es así?



-Si Ama, así es.



-Bien entonces comencemos. Hoy brigitte te espera un arduo día de trabajo. Pero estás hecha

una piltrafa, no puedes ir a trabajar en esas fachas, tenemos que corregir tu imagen!!!.



Sale y regresa con una nueva percha que contiene un cambio de ropa y un nuevo par de

zapatos en su mano. Se me acerca, me saca la falda de un tirón, me quita el top rosado,

los zapatos, los brazaletes y tobilleras, sólo me deja el brassier, las bragas, las medias y el

corset. Me muestra la ropa, la pasa frente a mi diciéndome que ese era el atuendo adecuado

para trabajar y que con el me veré muy sexy y putita, como siempre su tono es socarrón,

despectivo, humillante y risueño. Me pone un top blanco, sin mangas y algo escotado sobre el

brassier, en el luce una inscripción que en lentejuelas rosadas dice: PUTA MARICONA AMA LAS

VERGAS. Ella me la muestra y me la lee, se ríe y lo disfruta.



Además me dice que no me pone rellenos en los pechos porque quiere que por más hermosa que esté, todos se den cuenta que

soy un machito convertido en una puta maricona, su deseo no es hacerme mujer, es hacerme

una puta mariquita, esa puta que yo con mi altivo carácter creo ver en las mujeres. Ahora me

coloca una diminuta faldita tableada escocesa que prende por detrás, una torerita blanca casi

transparente de mangas largas con cuello y puños de plumas y luego los zapatos, rosados de

plataforma taco alto y con hebilla al tobillo.



Me paro, me levanta la falda y me mira la cola, de un tirón me saca el dildo, me hace dar

vuelta, me hace desfilarle en la habitación, me mira, se burla, me dice lo hermosa que estoy, lo

putita que me veo, que está orgullosa del resultado de su trabajo, me revisa las uñas y otra vez

pellizca mis testículo y luego mis nalgas.



-Mírate al espejo brigitte! Estás hermosa! Preciosa y lista para trabajar. No es así, No estás de

acuerdo?



-Si Ama Máxima.



-Pero mira la putita que tengo aquí, quien lo iba a decir hace apenas unas cuantas horas, un

machito muy creído es ahora mi putita personal, mi mariquita servicial y es tooooda mia!!! No

es así, brigitte?? Me dice tomando mi mentón, agitándolo y mirándome a los ojos. Siempre has

sido una putita, brigitte?



-No Ama.



-Y ahora, y ahora lo eres?



-Si Ama Máxima.



-Siempre lo has sido puta!! Yo solo la saqué de dentro de ti!! Y acaso no te gusta ser así de

putita, asi de mariquita?? Dime.



-No lo se Ama, no lo se.



-Ahhh, pues bien, pronto lo sabrás, al final del día te encantará… te encantará, jajajajajaja. Ya

lo verás.



Es increíble lo humillado que me siento, lo degradado, las cosas que pasan en mi interior, y en

mi exterior!. Me arrepiento de cada mujer a la que maltraté, de cada una de las que seduje

solo para cogerla, de cada una a la que desprecié por no considerarla digna de mi belleza

masculina. Me arrepiento, pero es tarde, ya estoy vestido de putita, como una mariquita de

cabaret, con su pene anulado, su culo dilatado, completamente maquillada y lista para ir a

trabajar vaya a saber donde, bajo las órdenes de un Ama severa e incorruptible. Finalmente

me da el toque final, remarca un poco mi maquillaje, los labios y coloca en mis orejas unos

hermosos y grandes aros plateados de argolla.



-Listo, terminada, toda una zorrita!! Una diosa lista para ir a trabajar, que dices, brigitte,

quieres ir a ganar unos pesos para tu Ama?



-Si Ama



-Asi me gusta, me he esforzado por ti y ahora es tu turno de devolverme ese esfuerzo con

trabajo y unos pesos que no me vienen nada mal. Lista mi mariquita??



-Si Ama.



-Bien entonces andando, que se nos hace tarde.



Me toma de la mano, salimos del cuarto, por un pasillo nos dirigimos a una salida principal,

por ella a la calle. Sigo de su mano, ella camina elegante y con porte de dama, yo como puedo

con aquellos enormes tacos, hay gente, poca, pero la que hay mira asombrada, algunos gritan,

nos dicen cosas, seguimos caminando dos cuadras y nos detenemos a la entrada de un bar.

Es lindo, poca gente en su interior, en la barra una mujer saluda a Ama Máxima y nos deja

pasar sin preguntar nada, está claro que se conocen.



Un pasillo pequeño y una puerta que dice hombres indica que es el baño masculino, la abre y me hace pasar allí, ella entra conmigo. El

baño es algo pequeño, no muy limpio, con un excusado, un mijitorio, un vanitory, un toallero y

todas las paredes pintadas y maltratadas con grafittis e inscripciones groseras de los clientes.



-Llegamos puta! Aquí será tu oficina, te gusta?



-Aquí Ama, está segura?



-Que, acaso creías que ibas a estar en una oficina de verdad? Acaso crees que te mereces algo

mejor? Hey!! No olvides que eres brigitte, una marica puta que ama las vergas!!! Lo dice aquí

en tu pecho!, no lo olvides!!.



-No Ama, solo me sorprendió.



-Pues ya verás como te sorprenderá el resto. Siéntate en el excusado, ahora!



Saca de su cartera un par de esposas y con ellas me encadena la mano izquierda al toallero que

se encuentra al lado del excusado. Luego saca un cartel que pega en la pared frente a mi, en

el dice: ATENCIÓN!! MAMADA POR SOLO 5 PESOS!! APROVECHE Y ACABE EN SU CARA. SOLO

POR HOY.



No puedo creerlo!! Me está ofreciendo como puta a los que entren aquí, no puede ser!! No

puede ser!!



-Que pasa chiquita, estas nerviosa? Te encantará, y ya verás la cantidad de pesos que ganarás!

Jajajajaja. Jajajajajaja. Estás hermosa, ninguno te desaprovechará!!! Quien dejará pasar

esta oferta? Tu lo hubieras hecho??, claro que no, verdad??. Bien, te dejo solita y no me

defraudes… ok? Confío mucho en tus encantos… jajajaja. Mete en esa boquita dulce toda la

lechita que puedas, te hará falta.



Toca mi cara, toca mi pene, me da un beso con su dedo índice en mis labios de manera burlona

y se retira de allí, deseándome una buena jornada laboral.



Pasan sólo 5 minutos, la puerta se abre, un hombre alto, de tez morena, cabello castaño un

poco largo y desarreglado vistiendo remera y jean ingresa, mira sorprendido controlando no

haberse equivocado de puerta, entra definitivamente y cierra con cerrojo. Me mira, parece

que no entiende, luego mira el cartel de la pared y entonces comprende porqué estoy allí.

Revisa el techo y las paredes con su mirada, busca una posible cámara que no hay, eso le dá

confianza, me mira, me toma de la cara, revisa mis pechos, abre mis piernas y ve mi pene

enjaulado. Parece que le gusta lo que ve.



-Hoy es mi día de suerte!! Así que estás de oferta? Y yo que hace días que no encontraba a

nada tan bonito como tú!!! Y la verdad es que estás hermosa, eres una dulce putita, y seguro

que has de mamarla como los dioses… probaremos el servicio.



Deja su cerveza en el vanitory, se me acerca y se baja los pantalones, toma mi cabeza con

rudeza y la empuja contra su miembro exigiéndome que comience mi trabajo. Con la mano

libre le bajo su bóxer y dejo al descubierto su miembro, es bastante grande, más que el mío,

parece haber sudado mucho o no bañarse hace un par de días, su perfume es intenso, abro mi

boca y lo meto en ella. El presiona con violencia y me empuja una y otra vez contra su pene, yo

lo chupo, libero su glande que cada vez se hace más grande, parece gustarle lo que hago, sigo

chupando, no puedo dejar de hacerlo. El gime, el habla y se dirige a mi como su puta, como

su puta callejera, sin el menor respeto, solo desea que se la chupe y que lo haga por mucho

tiempo, su polla crece, crece cada vez más, se torna grande y ocupa toda mi boca, me ahoga

por momentos.



-Vamos puta!, así puta, marica reventada!! Vamos, sigue chupando que te daré toda mi leche,

esa leche que seguro has de estar deseando!! Vamos… mmmm que delicia, nunca me la han

chupado así… mmmm que placer!!!.



Yo chupo, el cada vez goza más, su verga invade toda mi boca, su olor se mete por mi nariz

a todo mi cuerpo, me toca la cara, me toca los pechos, me insulta, me humilla, soy su puta,

solo le interesa acabar y por el tamaño de su verga pronto lo hará. No me deja descansar ni un

segundo, sus cachetadas corrigen mis errores, aprendo rápido, le paso la lengua por su glande,

por sus testículos, sigo chupando, no puedo parar!!!, no me suelta, me toma fuerte del pelo y

su glande parece explotar… siento que está por acabar, froto de manera desenfrenada su pene

golpeando el glande en mi lengua, el me soba los brazos y la cara una y otra vez, parece ser esa

es su manera de hacerme sentir una sucia puta, me exige que lo mire a los ojos, quiere que lo

mire todo el tiempo, me grita y de repente saca su miembro de mi boca y con una ráfaga me

llena de leche el rostro.



Una vez, otra vez, y otra más, la leche le sale de a montones, parece

que hace meses no lo hubiese hecho, toda su leche cubre mi cara, vierte un poco en mi lengua,

en mis labios, me exige que la trague, con su pene la desparrama y empuja de mi rostro hacia

mis labios para que siga degustando su manjar. Goza, está cansado pero se ve el placer en su

rostro, gime, está extasiado, yo sigo tragando su leche, es tibia y de un sabor agrio, diferente a

todo. Quiero detenerme pero golpea su polla sobre mi cara, mis labios y mi lengua mientras su

mano fuertemente sujeta mi cara por el mentón.



-mmm Que placer!!!, por dios marica eres un sol, eres muy buena, la mamas muy bien!!! Y te

tomas toda la lechita… te gusta mi lechita?



-si señor, me gusta su lechita.



-mmm seguro que te gusta!!! Si eres una verdadera puta marica!!! Jajajajaja. Me encantas.

Vamos limpia bien esta polla, déjala reluciente, vamos.



Sigo chupando su polla, por unos minutos la deja en mi boca para que se la limpie por

completo. No lo puedo creer, en dos días no sólo me abrieron el culo varias veces con un dildo

sino que además probé por primera vez una verga y me llenaron la cara de leche… me miro y

no lo puedo creer, me siento sumamente humillado, avergonzado.



Se acomoda su bóxer y pantalones, acaricia mi rostro con desprecio, me hace sentir que es

mi macho y yo solo una puta barata, cosa que en realidad soy, lava sus manos en el vanitory,

saca de su bolsillo unos billetes y me arroja a la falda 5 pesos. Me mira, me dice que soy una

dulce marica y prometiendo volver se va. No hay manera de describir lo que estoy sintiendo,

cualquier rastro de hombría y masculinidad, cualquier atisbo de rebeldía, cualquier resabio de

orgullo de macho, se ha perdido atrás de una mamada y un par de tacos altos.



Tengo ganas de llorar, siento impotencia, me miro y no me reconozco, convertida en una sucia marica en

el baño de un bar dando mamadas por 5 pesos, siento cosas que no puedo describir, siento

que ya no soy quien soy o quien fui hasta ahora, a pesar de la bronca siento que brigitte ha

venido para quedarse y que lo anterior es casi otra vida, siento como si de repente me hubiese

reencarnado en brigitte.



Mientras estos pensamientos llegan a mi mente y me hayo lidiando

con ellos tratando de saber como continuar, la puerta del baño se abre nuevamente, ahora es

un hombre de raza negra, rapado, alto con aspecto de deportista el que ingresa. A diferencia

del otro rápidamente lee el cartel y se percata de la situación, orina en el mijitorio, me mira y

se ríe, me observa por delante y por detrás, me hace saber que soy de su agrado con un tono

insultante y algo grosero y bajándose los pantalones se acerca para que comience a chupar su

miembro.



Luego de el pasaron dos más, un rubio petizo de musculosa contextura y un hombre maduro

que rondaba los 60 años. Los tres al igual que el primero me humillaron, me maltrataron, se

burlaron de mi apariencia travesti y desdichada, me trataron con rudeza, me hicieron sentir

que eran mis machos y yo su puta, marica y sierva, me llenaron la boca con sus vergas y me

acabaron en la cara haciéndome probar su leche, me arrojaron su dinero y prometieron volver

otra vez. De tanta leche que cayó en mi rostro ya tengo semen en mi cuello y pecho, mi cabello

es un completo alboroto y mi maquillaje seguramente se ha corrido.



Cinco minutos después que el sesentón se retiró del baño la puerta vuelve a abrirse dejando paso a Ama Máxima.



-Jajajajaja. Mírate puta, pero mírate que bella estás!!, mira cuanta lechita, que lindo baño que

te has dado!! –y vuelve a reir- jajajaja.



Su tono es irónico y socarrón, burlesco y degradante para cualquier rastro de hombría que

me pudiese haber quedado después de todo aquello. Me toma de la cabeza y mira mi cara

como revisando si es realmente semen lo que la cubre, me hace mostrarle la lengua como

controlando si tomé lo suficiente, me hace mirarla a los ojos para notar mi vergüenza y

pesadumbre, mi humillación y sometimiento.



-Quien lo iba a decir… aquel machito y varón creído, ahora goza de que le llenen la cara de

leche!!! Jajajajaja. Y seguro que lo disfrutas, no es verdad perrita? Acaso miento mariquita?

Acaso no te gusta esto putita??



-Si Ama, Si Ama máxima.



-Ves que te lo dije? Siempre lo supe. Ahora lo disfrutas y lo mejor de todo es que has

encontrado un nuevo empleo!!! Vamos alégrate, eres la sensación del bar!!! Ahora todos

saben que eres una flor de reventada y hasta van a cobrar más por tenerte a ti aquí como la

atracción del lugar. Jajajajaja.



La risa ya es hiriente, me doy cuenta con sus carcajadas que ella realmente lo disfruta y siente

que cumplió su misión. Mientras habla y ríe, con sus dedos me refriega el semen por mi cara y

los mete en mi boca para que se los limpie, disfrutando de verme probar el fruto de mi trabajo.



-Y mira esa cosita entre tus piernas, como está? Ooohhhhh, está chiquita, arrugada y un poco

dolorida, verdad? Pero no importa ya no la usarás más que para mear, que dicho sea de paso,

ya estás aprendiendo a orinar sentada como una buena zorrita. Mira, ni se mueve… pero no te

preocupes porque ya no la necesitarás, a tus clientes no les gusta y para ti ahora todo tu placer

va a venir por tus otros orificios!!!! Jajajaja, Jajajajaja, que marica y puta hermosa que me has

salido!!. Pronto me agradecerás lo que hago por ti. Ya lo verás. Vamos, veamos cuanto has

ganado, dame la recaudación.



De mis medias saco el dinero y se lo doy, mira y cuenta los 20 pesos.



-20 pesos? Sólo 20 pesos? Mmm, es muy poco, no me alcanza ni para pagarte el almuerzo,

deberás seguir trabajando… pensaba darte vacaciones pero con esto me es imposible!, no lo

crees cerdita?



-Si Ama, Si Ama.



-Muy bien. Muy bien. Estoy segura que eres capaz de ganar más, estoy segura de eso. No lo

dudo. Hasta luego putita, compórtate como una verdadera mariquita, chupa mucho y gana

platita para tu ama, que esta noche te vengo a buscar.



Y con un par de cachetadas en mi rostro deja asentada su seguridad y confianza en mi y se

retira tras cerrar la puerta con cierta vehemencia. Ha de ser cerca del mediodía, falta mucho

aún para la noche, el día es largo y seguramente me espera mucho trabajo.



FIN

[A Garota]

[align=center]Sentidos[/align]


Cierro mis ojos y te veo desnudo, tus dedos tímidamente desabrochando los botones de mi blusa, jugando con el perfil de mis senos. Tapo mis oídos y te oigo jadear, mientras tus manos se apresuran hacia mi cálido e íntimo cobijo, húmedo y palpitante. Aprieto mis labios al percibirte sediento, libando el nectar de mi flor prohibida. Experimento el calor de tu cuerpo al recorrer lentamente mil rincones de mi piel con tu lengua agitada. Tu aroma me transporta por un rio de aguas turbulentas que acaba en el mar de nuestro abrazo.

[anti_paletos]

Video desde : www.youtube.com

Abrazada a la destartalada farola, Marlene contonea sus ya atrofiadas caderas de izquierda a derecha, desacompasadamente, buscando un triste reclamo para algún hombre con el pene inquieto y veinte dólares en su cartera, veinte pavos para invertir en un cuerpo ajado por los años, roto por los vaivenes sexuales aquí y allá. Aquí te pillo. Allá te la mamo.
Al ruido de pasos, Marlene sonríe y deja entrever sus otrora perlas del Atlántico, convertidas ahora en una retahíla de amarillentos y diminutos dientes, formando una discordancia plástica absoluta con el rojo chillón del carmín desganadamente adherido a sus abotargados labios.
El viandante pasa de largo. La sonrisa lasciva se convierte en mueca. Asco de vida.

Una melodía de Etta James se fuga por las rendijas de una ventana, merándose con las partículas de la niebla que anega Chicago. At Last…..preciosa canción para tan asquerosa vida.

Mientras apura su cigarrillo hasta consumir la marca impresa del papel, Marlene, la puta de barrio, la meretriz de mustia cara y carnes sobadas por diecisiete mil manos lascivas, piensa en su infancia, marcada a hierro vivo en su casi opaca alma.
Su madre alcoholizada. Su padre, sobándole desde los once años. Papá te quiere mucho, Marly, será nuestro secreto. Le ahoga la bilis. Pero calla y acata. La puta vida, que marca el destino al azar. Que te jode porque sí. Sin más.

Se agota la noche. Otra múltiplo de cero a añadir al bolso. Otro día a luchar con el casero, el crédito y el supermercado.

Cante, Etta…..cante mientras Marly se arrastra de nuevo a la puta realidad que le espera.

At last
my love has come along
my lonely days over
and life is like a song...

El sueño americano. Barras y estrellas. American way of life.

Su puta madre…..

[A Garota]

El placer que experimentaba Mathilde acariciando a los hombres
era inmenso, y las manos de éstos se deslizaban sobre su cuerpo y lo
arrullaban de tal manera, tan regularmente, que raras veces la
acometía un orgasmo. Sólo adquiría conciencia de ello una vez se
habían marchado los hombres. Despertaba de sus sueños causados
por el opio, con el cuerpo aún no descansado.
Permanecía acostada limándose las uñas y aplicándose laca en
ellas, haciendo su refinada toilette para futuras ocasiones y
cepillándose el rubio cabello. Sentada al sol, y utilizando algodón
empapado en peróxido, se teñía el vello púbico del mismo color que el
cabello.
Abandonada a sí misma, la obsesionaban los recuerdos de las
manos sobre su cuerpo. Ahora, bajo su brazo, sentía una que se
deslizaba hacia su cintura. Se acordó de Martínez, de su manera de
abrirle el sexo como si fuera un capullo, de cómo los aleteos de su
rápida lengua cubrían la distancia que mediaba entre el vello púbico y
las nalgas, terminando en el hoyuelo al final de la espalda. ¡Cuánto
amaba él ese hoyuelo que le impulsaba a seguir con sus dedos y su
lengua la curva que se iniciaba más abajo y se desvanecía entre las
dos turgentes montañas de carne!
Pensando en Martínez, Mathilde se sintió invadida por la pasión. Y
no podía aguantar su regreso. Se miró las piernas. Por haber
permanecido demasiado tiempo sin salir, se habían blanqueado de manera
muy sugestiva, adquiriendo el tono blanco yeso del cutis de las
mujeres chinas, esa mórbida palidez de invernadero que gustaba a los
hombres de piel obscura, y en particular a los peruanos. Se miró el
vientre, impecable, sin una sola línea fuera de lugar. El vello púbico
relucía ahora al sol con reflejos rojos y dorados.

“¿Cómo me ve él?”, se preguntó. Se levantó y colocó un largo
espejo junto a la ventana. Lo puso de pie, apoyándolo en una silla.
Luego, mirándolo, se sentó frente a él, sobre la alfombra, y abrió lentamente
las piernas. La vista resultaba encantadora. El cutis era
perfecto, y la vulva rosada y plana. Mathilde pensó que era como la
hoja del árbol de la goma, con la secreta leche que la presión del dedo
podía hacer brotar y la fragante humedad que evocaba la de las
conchas marinas. Así nació Venus del mar, con aquella pizca de miel
salada en ella, que sólo las caricias pueden hacer manar de los escondidos recovecos de su cuerpo.



Extracto del cuento Mathilde en “Delta de Venus”. Cuentos eróticos.Anais Nin.