EROTICIDADES Y ESAS COSAS (Relatos eróticos publicación)

[A Garota]

He pensado que podríamos dar riendas sueltas a nuestro lado erótico dejando constancia en un hilo (que si tiene éxito me gustaría proponer como subforo). Algo elegante, donde dejar sueños húmedos, histrorias de nuestra vida, experiencias, relatos como el que les voy a dejar a continuación, noticias relacionadas con el tema, etc.

Hace mucho escribí este pequeño relato que jamás ha visto la luz, entre otras cosas porque siempre le veo imperfecciones, pero qué carajo!!!, no soy la Almudena Grandes, solo una mortal aficionada. Así que...aqui se los dejo y confío en que se animen a mostrar su lado más erótico.

[A Garota]

FURTIVOS


La oscuridad bajaba serena por la ladera de la montaña. Desde la ventana, con un cigarro en la mano, la contempla mientras se viste. Aquella mujer ajena le hacía estremecer sólo de pensarla. Ella le ofrece su sonrisa encantadora y baja su mirada de niña avergonzada pero feliz de sentirse suya. Es su primer encuentro después de muchos meses y la pasión les ha agotado. Aún sigue presente lo salado de su saliva, el olor de su cuerpo, la suavidad de su piel. Esa explosión de sentimientos le obligaba a seguir adelante.

Empujado por la amistad, más que nada, acudía al club de lectura el viernes noche, como era habitual, después copas y comentarios. Con la sesión ya empezada entró aquella mujer con paso firme, mirada penetrante desde la altura de sus botas de tacón y una sonrisa que invitaba a presentarse, como para pasar desapercibida. No era su belleza exactamente lo que, como imán, atraía todas las miradas de aquella estancia. Era su conjunto, su todo lo que llenaba la sala. Cuerpo maduro, piel morena, pechos exuberantes, piernas interminables, ojos oscuros y misteriosos, labios que provocaban el acercamiento. Todos quisieron conocerla, él también lo estaba deseando pero su orgullo no se lo permitió, no quiso reptar hasta ella. Esa y otras muchas noches las dedicó a poseerla atormentadamente en sus sueños.

Ese sábado, se levantó de mal humor. Era un hombre sombrío, marcado por los infortunios del pasado. Su casa era el espejo en el que se reflejaba. Austera, refugiada en la soledad de aquel paisaje montañoso. El tabaco le obligó a abandonar el hogar por unas horas. Sentado en la terraza de aquel café se disponía a encender su primer cigarro acompañado de café solo y la prensa del día. Alzó la cabeza unos segundos y acercó el mechero al cigarro, entonces la vio. El dolor de la llama quemando su dedo le hizo despertar. Allí estaba esa mujer inquietante, de mirada oscura, misteriosa, dedicándole la mejor de sus sonrisas. Cuando se quiso dar cuenta ya estaban sentados juntos intercambiando palabras. Él ya la imaginaba entre sus brazos, sintiendo sus carnes contra su cuerpo.

Había pensado no aceptar la invitación de Ana, sólo la conocía a ella y la idea de compartir con extraños no era interesante, pero la inmensidad de la casa vacía la convenció para acudir. Ya era tarde así que apenas se maquilló, se dirigió al armario del que sacó un traje ceñido que le marcaba su silueta untuosa. Por ultimo se calzó las botas altas de tacón, cogió el abrigo y salió preocupada por su retraso. Cuando entró en la sala el silencio y las miradas la ruborizaron. Ella, consciente de su atracción, dedicó al personal su hermosa sonrisa y se unió a ellos. Todos hicieron el intento de acercársele pero ella sólo esperaba a aquel hombre que no había dejado de mirarla desde su llegada. Era robusto, de facciones duras y manos grandes y curtidas. ¿Cómo sería sentirlas en su cuerpo? La simple duda la excitaba. Pero él no se acercó y ella no debía. Aquella y otras muchas noches soñó que sus manos recorrían su cuerpo, descubrían sus secretos y la hacían temblar y sucumbir ante su poder. Pero el remordimiento la devolvía a su triste y aburrida realidad.

Aquel sábado, como de costumbre, se levantó sola. No le apetecía esperar en casa así que se enfundó unos vaqueros, camisa blanca y sus botas de tacón. Entró en el coche, buscó música en la radio y condujo sin rumbo. Aún no había tomado café y su cabeza estaba un poco aletargada. Paró en el primer pueblo y se sentó en una terraza con un café y el mapa que siempre llevaba en la guantera. El día era hermoso, el sol acompañaba y el camarero se deshacía en amabilidad. Un paseo por el pueblo la ayudaría a distraer su soledad. Cuando se disponía a levantarse lo vio allí sentado, encendiendo un cigarro. No pudo reprimir aquella sonrisa que iluminó su cara. Unos minutos más tardes él la guiaba a través de las calles estrechas y adoquinadas de aquel pueblo que encerraba su historia. Ella, mientras le escuchaba atentamente, imaginaba aquellas inmensas manos acariciándola, apretando sus carnes contra su cuerpo.

El paseo acabó en su casa, que por un instante se llenó de vida. La pasión que les invadía apagó las palabras. Por fin sus manos sobre su piel. Por fin cuerpo contra cuerpo. Atrapó sus labios con su boca mientras ella enredaba sus dedos en su cabello. Él recorrió su cuello con su cara mientras desabrochaba los botones de su camisa blanca. Ella tomó su rostro entre sus manos y lo besó sedienta de su lengua. Él la apartó un instante para mirarla con deseo expreso, su mirada terminó de derrumbarla y se entregó a él sin límites, vencida. Lentamente le quitó sus botas de tacón mientras acariciaba su pecho. Ella no opuso resistencias, se agarró a su cintura y llevó su cabeza hacia sus pechos firmes. Su cuerpo se estremecía mientras él metía su cabeza entre sus piernas. Se perdió en su sexo húmedo para hacerla morir de placer y resucitarla después acercándola y haciéndole sentir su excitación. La cogió en sus brazos y la tumbó sobre la alfombra. Ella se enroscó en su cuerpo y termino dejándose poseer hasta alcanzar la locura. Él cayó a su lado, exhausto, complacido.

Sin decir una palabra se levantó, cogió un cigarro y se acercó a la ventana desde donde la vio vestirse y sonreírle. Aquella mujer iba a cambiar su vida. No sabía quien era pero la conocía, ya era suya. Esa mujer ajena que de vez en cuando sigue viniendo a su casa para llenarla de vida y desaparecer luego con la oscuridad, como el cazador furtivo. Esa mujer, esa inocencia pura, sería ya su única alegría.

Ella se vestía para él, lo mismo que antes se había desnudado. Le sonreía y sus ojos le confirmaban que él era lo que tanto había ansiado. Se acercó y acarició su torso desnudo, tomó su mano entre las suyas y se llevó su cigarro a la boca. Ese fue el primero de muchos encuentros furtivos. La soledad la sigue llevando a aquella casa austera, entre montañas para buscar sus grandes manos y pasearlas por su cuerpo. Entonces supo que él era suyo, que aquel hombre seco, huraño era la persona con la que deseaba yacer eternamente.

[DITAvon]

primera parte,,, espero no cansaros la vista si lo hago, avisar y corto el rollo NO QUIERO MOLESTAR






Esto que empiezo a contarte, es lo que yo llamo mi "renacimiento sexual"...que empezó tarde, para mi gusto. Mas nunca es tarde, porque la dicha fue enorme. Siempre he sido muy sexual, pero enamorarme de Fer
(F1), con diecinueve, y serle fiel durante otros cuatros, necesariamente influyó en todo esto.. Detalles, detalles. El triunfo de lo concreto sobre lo abstracto. Él primerO en aparecer en escena fue Álvaro 19 años.

Enormes ojos verdes. Alto, voluptuoso, fisicamente exuberante. Poca cultura, tal como lo entenderíamos nosotros, suplida con creces por una gran inteligencia emocional. Y sensorial. Casi no puedo creerlo cuando, cogiendo al azar el primer anuncio a mano de entre mil, me encuentro esa preciosidad. Se vino conmigo la primera noche de invierno a mi casa del campo. De origen polaco, apenas hablaba castellano, pero suficiente para entender que iba a trabajar para una chica sola, aislada en la montaña, y que ese chica no era, desde luego, ajena a sus encantos. La primera noche yo misma serví la cena, fuí toda lo amable que pude, y lo acomodé en el cuarto de servicio en la planta baja . Recuerdo no haber pegado ojo, intentando no pensar en la pequeña distancia que nos separaba,y aplacando por "medios manuales" el persistente y premonitorio orgasmo que sufria. O gozaba .No obstante,y como casi siempre -y a menudo muy a mi pesar..-,se impusieron consideraciones, varias, sobre impulsos,muchos.


Además,en esos tiempos, andaba yo sobrada de "enredos"...y de escrúpulos, creo.

Durante los meses siguientes, establecimos una relación, si quieres, extraña, lejos de la habitual en estos casos, siempre que estos casos sean habituales,
cosa que dudo. El permanecía en la casa y se encargaba de las tareas, y algo del jardin. Con poca diligencia, que aun perdura en los enormes agujeros
que su plancha ejecutó en los faldones de algunas de mis vestidos predilectos , y de las que me resisto a deshacerme por su caracter..digamos.. probatorio. Para mi psique. Eso no es tan raro,claro...pero si la extrema sumisión que siempre demostraba en esos aspectos, digamos, mas serviles, que al principio a mi me azaraban tanto..y que acabé disfrutando mas que el. O tanto. O la manera en que me miraba, emulsión de odio y deseo,cuando mi ex o alguna de mis aventuras entraban a mi alcoba sin preámbulos. Que estaba justo sobre la suya, separadas por crujiente e indiscreto entablado de madera. Se que te parecerá cruel, Álvaro, pero reconozco que encontraba yo un placer pasivo y oculto en ello.

Como creo que también mis amantes: Menudo juego de miradas antes...y sobre todo después. Y podría jurar, y de hecho así lo hago, que unos metros bajo nosotros Alvaro. se entregaba a solitarios placeres con todo su fragor. Que era mucho. Una de las veces, acabamos antes que él...y, a mi llamada, salió apresuradamente de su habitación con ese rubor rojizo y exultante que solo se consigue de una forma, y no es cosmética.

No se si yo, contra mi naturaleza biográfica,que no biológica,me torné mas exigente y autoritaria. En realidad,mas bién él hacia gala de una torpeza que
no era suya a modo de provocación,seguro.Pero,con el tiempo,nuestra relación pendulaba entre la ternura mas dulce, y la mas firme dureza. Tensión y temperatura,álgidos. Siento interrumpir el curso inevitable de los acontecimientos,y que pasa con lo explícito.Vale,ya llegará.

[DITAvon]

Y es que asi estaban las cosas,o así los recuerdo,cuando apareció F1.Antítesis,pero también complemento, de lo que significaba Alvaro. F1
era...bueno, F1 es, porque él si continua en mi vida..es como una presencia materializada o esculpida. Cuerpo delgado y fibroso,estatura contenida. Pectorales perfectos ,pelo negrísimo y corto.Tez oscura y ojos,no,no ,mirada, mirada hipnótica. Vino al local de motos de mi viejo ,acompañando a una guaperas stars divina inglesa. Inmediatamente todo,mirada,hipnosis y tremenda excitación ...,digoo,convicción.De que seríamos amantes.

Hablamos horas, con esa jodida facilidad con que tres se convierten en dos. Jodida para la tercera ,claro,que aun tuvo británico arrojo y flemático valor para presentarse con ella una segunda vez..en el preciso momento en que yo habia enviado una avanzadilla,mejor dicho,un ejército entero,en forma y tropel de SMS, que fueron llegando ordenadamente..mientras yo trataba de explicarle a él las indudables ventajas de la Honda CBR 900,y de no ruborizarme. Al tiempo.Y a fé que lo conseguí,lo de vender la moto al menos.

Ese dia no. Al día siguiente recibí una nada enigmática,pero sihipnótica,invitación a su casa,y convicción era cierta.Fuimos,como decirlo...amantes normales?,un par de semanas. Me encantaba su tono de voz,forjado en dulcísima disolucíon del portuges natal, el frances vivido y el ingles trabajado. Sin embargo...yo percibía esa cierta pasividad..o,no sé,tristeza o dejadez o apatía o desilusión del que ha vivido mucho y le toca vivir menos.Tampoco yo derrochaba entusiasmo,una se vuelve mimética y camaleónicoa y contagiada.

Y fué en mi casa,un dia especial, Álvaro no estaba,un sábado,pasamos el dia cabalgando,sobre caballos se entiende,y la noche estremeciéndonos...:: la segunda guerra del golfo.Y empezó entonces una conversación sobre el amor ,y el sexo, y la gente,y las experiencias.Sobre todo las de él .Y,entre otras muchas,yo diría,todas,me contó la que había sido la mas fuerteexperiencia de su vida.. Una chica que le gustaba..le habia confesado.. que su único motivo de excitación sexual era sentirse esclava de un hombre hermoso.La tia era modelo,por lo visto, guapísima y triunfadora...pero impotente. Sin embargo,según parece, el grado de excitación que conseguía con ello le resarcía de todo.Y fué así como F1 se convirtió en el dueño de aquel hermoso ejemplar,que pura y duramente..no podia follarla.Pero la tia le gustaba, y la situación le divertía..o le interesaba. Así que la explotó tranquilamente, y, mientras que tenía una novia normal, con ella que salia, hacía el amor, y las cosas que suelen hacer los novios...la "modelito" esperaba
pacientemente en casa, donde el previamente le dejaba instrucciones y que haceres como a una vulgar criada.

Poco a poco,segun contaba,fue explorando y adentrándose en ese mundo por visita no guiada,y( yome partía de la risa y de la excitación) terapeútica.Si,porque pretendía curar a su amiga de su tremenda adicción haciéndoselo pasar mal...pero ella cada vez disfrutaba más y más. Su narración se extendía y avanzaba..paralela a mi asombro y a mi temperatura.Y por fin subimos a la cama.Yo,tremendo,calentón. No se si él lo había previsto asi y conducido hasta ahí...pero,esa noche,rechazó,como ofendido, mis primera caricias, que siempre habían sido bienvenidas..y me susurró, de plano y sin rodeos, que si quería yo jugar con él..

-¿Jugar? Mi voz debió sonar como la de un niña aprendiendo a tocar la flauta.
Tanta saliva tragada para emitir un tenue "vale".
-¿como que vale?..piensalo bién esta noche, porque si aceptas vas a gozar...y vas a sufrir..como nunca en tu vida, te lo prometo. Y no quiero marcha atras. Me voy en un mes, podemos seguir como hasta ahora, o bién traspasar el umbral,de ti depende..
-Pero que tengo que hacer?pero,pero...que me vas a hacer?
-Esa no es la cuestión.Piénsalo,hasta mañana.

Otra noche sin dormir,a esas alturas de Álvaro ni me acordaba.En todo el santo dia siguiente, créeme, en todo, no hizo un solo comentario, hicimos las cosas normales. Sabía que no lo había soñado por la sencilla razón de que no había pegado ojo. Por fin,al atardecer, frente al fuego, habló:

-Y bién,que has pensado?
Estaba ¡juas! rompedor , mirada desafiante, parecía un animal. Todo el dia había estado temiendo,esperando ese momento.
-Si.Acepto.Lo había decidido en ese preciso momento. Durante todoel dia me habia estado debatiendo entre el deseo y el miedo,y este último ganaba la partida.
-Tendrás que hacer todo lo que yo te ordene...estás
segura?
(Movimiento de cabeza afirmativo)

Bién. Sube a la alcoba. Coloca la cama en el suelo,apáñatelas. Pon alrededor todas las velas que tengas y desnúdate. Yo ya subía..!espera,estúpida¡
desnúdate YA, AHORA ¡¡¡ Acababamos de empezar,y ya estaba arrepentida...sin embargo,mi entrepierna no pensaba de la misma forma,tras quitarme la ropa allí mismo,frente a el..
(CONTINUARA)

[DITAvon]

Cuando su voz me reclamó,yo ya estaba tiritando.No se si tanto por la temperatura del baño que me tomé antes,o más bién temblaba de excitación o de miedo o de todo ello junto,y tratando de concebir la naturaleza de lo que me esperaba..


Sin embargo,y para mi sorpresa,”el fiera” había guardado sus uñas y en su lugar me esperaba ronroneante y complaciente.Me tendió la mano,me guió junto a sí.En la estancia hacía calor,en previsión de lo que me esperaba la chimenea y la calefacción echaban chispas desde el dia anterior.La cama sobre el suelo y el edredón a un lado.Empezó a acariciarme,muy despacio,me besaba,suave y profundo.Me dí cuenta de que no nos habíamos besado en la batalla anterior.Yo estaba quieta,me dejaba hacer.De cuando en cuando paraba sobre mi sexo,y lo llevaba a su boca,lento y suave.Dos o tres veces me sentó sobre si,le costaba penetrarme ,o mejor,me costaba a mi porque yo estaba inmovil.

Sus movimientos eran lentos y acompasados,su placer era enorme en mi estrechez.Cuando empezaba a dilatarse, salía y continuaba recorriéndome. Me tumbó y Me giró boca abajo,y continuó sus caricias,me besaba por todo el cuerpo y me acariciaba al tiempo.Allí, sin poder ver, parecía haberse convertido en una de esos dioses budistas,Ghanessa,es?,con largos e innumerables brazos oscilantes..

-Estas relajada,? susurró a mi oido,la respuesta era obvia.Bien ,de eso se trata...Separa las piernas..se situó tras de mi,con sus rodillas sobre mis muslos abiertos.Relajate,no es fácil al principio, pero es necesario,mi amor...Me hablaba con el tono de quien vacuna un niño pequeño,del qué ejecuta una acción indispensable y dolorosa por el bién de la otrapersona

..Hummm...me hizo alzar un poco el vientre,y escupió sobre mi ano ,como algo inherente...me temí lo inevitable:Comenzo a penetrarme,casi respire aliviada cuando lo que reconocí fueron sus dedos,podría haber
sido peor,pensé,primero uno,hasta el fondo,me dolía,y el me hablaba
tranqulizate,relájate,relájate,claro,este culito es
virgen,no te preocupes,y parecía que lo iba resistiendo,pero luego dos y parecia que me iba a partir por la mitad, y por fin lo consiguió,y sus dos dedos entraban y salían de mi cuerpo y ya no me dolía,que va, me dolía muchísimo, pero al tiempo me llegaban oleadas de placer,de repente comprendí a los gay,muchas veces me había preguntado que es lo que podría sentirse,como podía gustarles algo así,curiosidad satisfecha.Recordaba las típicas cosas

entre chavalas,y tu por cuanto te dejarias?...Yo? por nada...por nada,efectivamente,así habia sido...Cuando aquello estuvo claro me cogió por detrás muy fuerte el pelo,sus dos dedos se clavaron en mi interior como un anzuelo,tenía el culo literalmente en llamas.
> -Ves,,dita,,dita...esto es entrega.
Salió de mi....Descansa,cariño.descansa.Continuó sus caricias,y
siguió consolándome como a una niña....Sentí que salía de la alcoba.Me dormí..Desperté cuando volvió a la habitaciónMe beso
suavemente,puso la almohada sobre mi cara, -es mejorasi-
,he cogido algo de tu garaje,no te importa,cielo,verdad? Poniéndose sobre el somier en el suelo elevó mis piernas juntas,y cogiéndome como una carretilla tiró hacia atras de mi,era increible la fuerza que tenía pese a ser delgado,y yo me dejé hacer.Puso en cruz mis brazos y mis piernas,la cama era grande,pero parecía calculada para mi.En cada
esquina.No podía ver, la almohada dificultaba un poco mi respiración, que se aceleraba por momentos,pero no me moví.Ni un poquito.

Me había fijado en ellas en tu garaje cuando trajiste la moto en el remolque...ja,ja,ja...y pensé que podían tener un mejor uso.
Que suerte,,justo hay cuatro. Que habian llegado,en toque y son,mis horas últimas.Creí.Porque estaba claro que aquello no iba a
ser cosa de una sola y final hora..

Tensó las correas fuertemente,eran largas y daban varias vueltas desde mis muñecas y tobillos al somier,dando esquinazo al colchón.Dió un último repaso,como hace un camionero antes de emprender viaje. No me preguntó si me hacían daño,y yo nada le dije. Así era..

Por fin,apagó todas las velas menos una, colocó yremetió cuidadamente el edredón sobre la cama. Laalmohada sobre mi cara pasó bajo mi nuca, y sentado junto a mi, me besó en la frente como una madre hace, mientras ajustaba el borde por entre mis hombros:descansa,cariño,te hace falta.
Vivir para ver..
Imposible,por supuesto, al menos mientras sístole y diástole sacudiera la ropa como lo hacían.Dormir.No tanto por el dolor,la mente sabe


Tampoco forcejeé,en todo caso si con el argumento absurdo de un psicópata que preparaba sus crimenes con antelación de meses.Forcejeé así pués con la memoria,tratando de recordar cuanto puede resistir un hombre sin comer ni beber o,en todo caso..!..Alvaro!..Le dije que lo llamaría,o que vinierasin más???

Es muy dificil calcular el tiempo sin tener reloj a mano, y aunque así hubiera sido tampoco la mano estaba disponible, y qué me importaba además. Andaba navegando, con el piloto automático, cuando note que se dirigía directo hacia mí, retiró el edredón, traía todos los cojines del sofá, levanta el culito, todo lo que puedas, y me calzó por detrás cuanto pudo. Y empezó el recorrido por mi cuerpo, solo que esta vez se sentó en mi aunque mi cuerpo solo reaccionó cuando ya volvió a hablarme, ahora empleaba un lenguaje soez, aunque en su boca nunca lo parecía,me insultaba, se recreaba en mi situación, y se sentaba literalmente sobre mi cara y me exigía, todo lo profundo que podía en todas sus aberturas, y se agarraba a mis pechos con fuerza, pero como a unasidero que le ayudara a conservar el equilibrio al moverse sobre mi, y a veces, si mi excitación era máxima, aprovechaba y me follaba,eso si es emplear el término literalmente, pero no solo mirando hacia mí, sino probando, como las agujas de un reloj, solo que
el era el segundero y yo la hora en punto, probaba con los cojines mas, menos, yo incomodísima unas veces, otras, sólo incómoda, pero el solo buscaba su placer, y las combinaciones para lograrlo.

Si perdía fuerza me hablaba las cosas que había descubierto que funcionaban, ves?, por eso tienes que estar desnuda,
tonta, yo tengo que saberlo todo.."o entonses"..descubrirlo..inventarlo..Como yo no podía controlar mi pelvis, el orgasmo nunca llegaba, ni yo lo buscaba, no estaba el horno para bollos. Para el llegó una sola vez al fín,a horcajadas frotándose
sobre mi cara..

Se echó a mi lado. Yo esperaba. Al poco,Álvaro volvió,me encontró atada a la cama en posición imposible, y me fué desatando con infinito cuidado, y lamía mis marcas y las ungía con algo, no sé, aceite,y desentumeciéndome y masajeándome y meciéndome. Me dormí en sus brazos..

FINNN

[A Garota]

El Ritual


El ritual había comenzado unos meses antes. Aquella noche de invierno entré en el garito, como hacía cada fin de semana, sin embargo pronto descubrí que no sería una noche cualquiera. Me acerqué a la barra y no hizo falta pedir. Manolo, el barman (un chaval bajito y rockabilly) ya me estaba sirviendo lo de siempre, un Jack Daniels on the rocks y en vaso corto. _Recuerda que más tarde pondremos la nuestra así que prepárate para mover ese body _A Manolo le gustaba salir de detrás de la barra en medio de la noche y amenizar el local con sus bailes. Bailaba rock muy bien, yo ni de cerca …pero a él le hacía mucha gracia la pareja que formábamos. Él alrededor del 1,65, yo diez centímetros por encima trataba de seguirle torpemente mientras él movía sus pies al ritmo de Mezcalina.
Bien, volvamos a esa noche en especial. Han tenido alguna vez la sensación de ser observado? Yo sentí casi de inmediato que alguien había clavado sus ojos en mí y cuando traté de encontrar respuesta a esa sensación allí estaba él. Era alto, chupa de cuero, cerveza en la mano y reclinado en la pared al final de la barra. Su mirada era tan intensa que me ruboricé y bajé la vista. Me comencé a sentir incómoda pero a la vez no podía dejar de mirarle de reojo y descubrir cada vez que seguía mirándome, que seguía mis pasos a través del local. Entonces llegó la hora de Manolo y a mi me temblaron las piernas. Nunca me había preocupado hacer el ridículo porque me divertía mucho y sabía que los demás también, siempre acababan aplaudiendo y silbando. Pero esa noche me miraban otros ojos, estaba siendo examinada así que me debatía entre la costumbre llamada Manolo y el ridículo llamado, no sabía su nombre. No podía dejar a Manolo colgado, no se lo merecía así que respiré profundamente, dejé de mirar de reojo y me lancé a la pista. No recuerdo haber disfrutado de un solo segundo de aquel baile pero al acabar y mirarle tímidamente descubrí una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios que me hizo sonreír a mi también. Pasó el tiempo entre copas, música y tabaco y cuando me quise dar cuenta ya no estaba, se había ido en silencio.
Pasé la semana deseando que llegara el viernes y que volviera a aparecer en el garito. El viernes me dediqué toda la tarde a mí misma, salí de compras y me compré un vestido muy sexy, unos zapatos que me iban a dificultar el baile con Manolo y un perfume que aún uso. Cuando llegué a la puerta del local mis piernas apenas me sostenían y el corazón me latía fuertemente. Pero al entrar y verle fue como si me tomara una tila, como si de lejos me tendiera una mano, como si me susurrara al oído, tranquila, estoy aquí. Y así pasaron los meses, sin más que miradas y lenguaje corporal, hasta aquella noche, claro.
Aquella noche estaba inquieta, era una de las pocas noches en las que yo llegaba antes que él y eso me hacía sentir inquieta, nerviosa, ansiosa…necesitaba sentir sus ojos clavados en mí, apreciar su sonrisa al asomar por la comisura de sus labios y ver que levantaba su copa y con un movimiento casi imperceptible me invitaba a brindar con él. Entonces, cuando estaba sumida en esos pensamientos noté que alguien se acercaba por detrás y me decía susurrando _ No sé lo que esperas de mí, mi pequeña Mezcalina” . Yo le contesté cogiéndome a su cuello_ nada…nada más que este momento_ Así comenzó una tormentosa relación de total dependencia que un día, el azar quiso arrebatar de mis manos. Ramón fue el hombre de mi vida mientras duró.

[Invitado]

Muchas de las historias eróticas ocurren en lugares muy particulares y en momentos impensados. Como si el surgimiento de ellas no dependiera sólo de nuestra elección, antojo, fantasía e imaginación. Cualquiera de nosotros puede estar predispuesto a vivir una experiencia sexual cuando lo desee, pero sin el clima erótico no es nada. Y éste no atiende nuestro pedido, sino aparece a partir de una combinación de diferentes factores inmanejables.

Esta experiencia que voy a relatar ocurrió en la época que prestaba servicio al Ejército como soldado hace 14 años. Era muy joven, tenía 20 años. La historia comienza cuando en verano tuve un problema de piel a causa de haberme quedado expuesto durante mucho tiempo un día en que el sol estaba muy fuerte. Dado la gravedad de mi quemazón me ordenaron concurrir al hospital militar. El hospital militar es uno de los mejores hospitales de Argentina. Tiene una gran infraestructura, aunque de los años de Perón, buenos profesionales y excelentes servicios. También tiene personal femenino tanto uniformados como civiles y los oficiales de allí sin bien tienen rango militar son mas civiles que los estudiantes universitarios. Todo esto hace que estar en el hospital militar en comparación a estar en mi cuartel sea como estar en el paraíso en donde no llevas el fusil sobre tus hombros, tampoco el casco sobre tu cabeza y no haces ningún tipo de actividad como guardia o fajina. Sólo vas a que te atiendan y descansar un rato. Con suerte en algunas ocasiones te toca ser atendido por alguna mujer profesional.


Entonces, ese día me dirigí al hospital militar al servicio de dermatología por el problema de mi piel. Fue un Tte coronel el que me atendió. Era un medico dermatologo civil con rango desde luego como todos. Era algo calvo, con bigotes y una cara un poco graciosa e inteligente. Al ver la quemadura de la piel de mi cara un poco se horrorizó, pero luego hizo un chiste como para calmar la situación. Me receto unos medicamentos y otros productos faciales para que me los aplique al rostro. Pero antes de terminar me dijo: Espera, te voy a dar un turno con las cosmetólogas para que te curen un poco la piel, así que espera un poco afuera para que te llamen. Así que salí, afuera del consultorio y aguarde mi turno sentado en la sala de espera. La sala de espera es a su vez la sala de espera de muchos consultorios que se encontraban en ese lugar. Podía ver personal militar atendiéndose de todos los destinos y ver como entraban y salían de los consultorios. Yo permanecí sentado, feliz de haber conseguido estar mas tiempo en el hospital que significaba evadir más tiempo adentro de mi cuartel jeje. Así que me quede esperando a que me llamaran y un poco deseando a que tarden en hacerlo. Con todo eso ya estaba más que satisfecho, que mas podía yo querer?

Se estaban demorando en llamarme y más gustoso todavía…. Hasta que de pronto sonó mi apellido de la boca de una de las cosmetólogas presumía yo dado que el sonido provenía desde adentro del consultorio. Bien, seguidamente yo me coloque de pie y me dirigí a entrar. Me recibe la misma mujer que me llamó y efectivamente era una de las cosmetólogas, era rubia, no muy alta, bien delgada, de unos 30 y algo años de edad, se veía muy bien, su voz era linda aunque su forma de hablar era un poco sobradora, supongo que era porque yo era un simple soldado. Llevaba un delantal como de maestra de primaria y solo se podía ver un poco su ropa que llevaba puesta debajo de el mismo. Al entrar al consultorio observe que el Tte coronel ya no se encontraba mas ahí. Seguidamente, la cosmetóloga me dirige hacia un lugar apartado con mamparas. Cuando pasé a ese lugar pude ver a otra cosmetóloga, era una señora un poco más madura que la otra. Pero me resultaba mas cómodo verla a ella, más agradable, más lindo. Aparentaba como unos cuarenta y tantos años, pero se veía mas atractiva que la otra que era mas joven. Su cabello era castaño, muy hermoso y tenia un peinado bastante coqueto, un poco ochentoso pero agradable. La belleza de su rostro era inexplicable, no solo era bella sino que inspiraba sensualidad, ternura a la vez. Era más linda que la típica maestra de primaria con la cual uno se enamora de niño. Su estatura era un poco baja, como de 1,60 mas o menos. Si bien también llevaba delantal podía calcular con mi ojos que su cuerpo era algo sexy que el de la rubia. Podía adivinar que tenía un buen tamaño de busto, una linda cadera y si esos indicios no me engañaban también podía ver que tenía un buen culo jejeje. Es fácil de hacer vista y ver todo esto cuando la persona te llama la atención. Para resumir, ella tenía una imagen tanto sensual como cariñosa y contenedora. Su edad le daba una apariencia de contar con una basta experiencia y su sonrisa y mirada la hacia ver como una persona con muchas ganas de hacerte pasar un lindo momento. Y si bien aún no la había escuchado sólo me habia mirado con una sonrisa, ya la hacia de una voz dulce y atractiva.

Así que de inmediato comencé a pensar cual de ellas dos me iba atender. Desde ya deseaba que fuera la mujer mas madura, porque la otra que era mas joven, la rubia ya no me llamaba tanto la atención y más que se dirigía de una forma bastante seca. …


Continuo mas adelante ….

[Invitado]

.... segunda parte,

Debe ser la mala fortuna que tengo a veces, o no se que me tocó ser atendida por la rubia. Al parecer, el turno era de ella. En el lugar habia dos camillas, en donde ellas trabajan con sus respectivos pacientes. La rubia me indicó en que camilla acostarme y yo procedí hacerlo como me lo decía. Entonces, quedé acostado boca arriba y seguidamente ella comenzó a trabajar por encima de mi cara. Podía ver como por sus manos pasaban diferentes productos, trabaja algo rápido y fría. Aun así para mi vida de soldado tan solo eso ya me resultaba placentero y lindo.

Como en un principio no se me habian presentado ni tampoco me habian preguntado el nombre, entonces no sabía como se llamaban. Pero luego la rubia con la otra mujer, la cual me habia llamado mucho la atención, se pusieron a charlar. La rubia mientras me atendía colocando cremas y secandome con toallitas. La otra cosmetóloga se entretenia arreglando el puesto de su camilla y su armario donde tenia sus propios productos y herramientas de trabajo. Fue entonces cuando yo atentamente escuchando su conversación pude adivinar sus nombres. La voz de Marta era extremadamente agradable, como la de una maestra jardinera, pero agradable, serena y con gracia. Parecía correcta expresandose, todo lo contrario a lo que es una “guarra” hablando, pero aún despertando fantasias que me hacian transformar a aquell mujer tan bella, dulce y pura en lo más extremadamente sucio y perveso. La rubia de 30 años se llamaba Fernanda, la mujer mas madura y mas atractiva se llamaba Marta. Marta y Fernanda, Fernanda y Marta conversaban mientras yo disfrutaba ese inesperado momento para mí cuando me ordenó mi jefe de tropa dirigirme al hospital.

Después de un rato ya me habia olvidado lo tanto que deseaba que me atendiera Marta. Y Fernanda parecía ya terminar conmigo porque cada vez hacia las cosas con mayor rapidez. Y resultaba que era porque se tenía que ír. Tenía un compromiso afuera y ya tenía que retirarse. Era algo asi como una fiesta que tenía en la casa de algunos parientes suyos. Obviamente, yo me preguntaba que iba a pasar conmigo? Entonces me atreví a preguntarle a Marta que todavia se encontraba conmigo adentro: Yo ya termine? Y ella me dijo que no, que ni me moviera de lugar porque ella misma iba a terminar conmigo….

termina en la tercera.

[A Garota]

Vaya, vaya con el Concheto...le va el rollito enfermera-paciente .
Otro que nos deja intrigado...cómo acabará todo???

[Invitado]

... parte final,...


Si bien un poco cansado ya de estar acostado en esa misma posición, comenzaba a sentir un poco de calor. Marta ya encima mió retomó el trabajo. Y era evidente la diferencia en que se sentía cuando tenia a Fernanda conmigo que cuando ahora tenía a Marta. Ella no solo trabaja de manera mas serena, sino que sus actos parecian mas efectivos. Por cada cosa que hacia sobre mi rostro me hacia sentir mejor. El aire que bajaba de su cara, de su respiracion era exquisito. Ella mantenia la cara más cerca de la mía que de lo que lo hacia Fernanda. Podía sentir su respiración. Y como si todo eso no fuera lo suficiente agradable y armonico se ponía a cantar bajito.

Era tan particular la sensasion de excitación que estaba sintiendo que mi boca se me empezaba a llenar de agua y los labios se me humedecían. Trataba de mordermelos para que no se notara tanto. Tan solo quería sentir algo de su cuerpo para saciar el hambre que sentía por ella. Aunque sea rozar su mano, algunos de sus dedos, cualquier cosa de ella para al menos sentir algo con mi cuerpo. Pero, desde luego no me animaría porque ella aparte de seducirme me producía mucho cariño y me inspiraba respeto. Asi que dejé que ella hagas las cosas tal cual las deseaba hacer. Pero como ella siempre se mantenia muy cerca mió, tenía las esperanzas de poder tocarla o que me toque.

Entonces, en un momento le tocó secarme la cara. Y bueno, ya esperaba las toallitas de papel encima mió. Pero, ella no usó tal cosa. Ella me secó con una toalla de algodón, usando bien su mano para secarme la cara. Practicamente me manoseaba el rostro, la nariz, los cachetes como si fuera mi propia madre. Lo hacia con una tal naturalidad y suavidad, pero a la vez aplicando generosa fuerza que hacia que realmente me excite cada vez mas. Desde ese momento, de ves en cuando me tocaba la cara con sus manos. Parecia agradarle tambien a ella, pero para nada se me ocurría pensar que ella estaba gozando como yo. Pues, de ella no podía pensar mal por semejante hermosura y pureza que me irradiaba su imagen. Pero si sentía que le agradaba.

Aca fue cuando la situación se me había complicado mas. Yo me sentía perverso, con ganas de hacer algo sucio, con ganas de tocarla, de tener algo cercano a un acto sexual. Y a la vez a ella la veía como sólo disfrutando de su trabajo y sentir agradable mi presencia, pero nada mas, al menos yo creía. Pero, a la vez me preguntaba: No es posible que ella tambien no sienta alguna excitación ? O yo sólo la estoy sufriendo? Entonces senti ganas de moverme en la camilla, de mover los brazos deliveradamente para accidentalmente poder tocarla. Ya estaba cansado de esa posición pasiva y de espera. Ya no me importaba nada en donde estaba, si era un hospital, si la señora era casada con hijos o si su esposo era el Tte coronel.

Al principio apenas rozaba su delantal, intenté varias veces despues hasta que se me paso la mano e hice un movimiento muy poco desimulado, pero en este si alcance a tocarle su costado. Ella no respondió aquel acto mio. Luego queria intentarlo de nuevo para que ella se entere de que yo quiero tocarla ya enceguisido. Entonces ella se me acerco de una manera que ya no tenia que lanzar manotasos al aire. Era mi oportunidad, la podía tocar con mucho menos esfuerzo. Solo tenía que animarme. Y finalmente no demore mucho en hacerlo, la tentacion que sentía que tenía me hacia perder el control. Comencé solo como apoyando mi mano contra una de sus piernas. Luego mientras ella seguía tratandome, empece a acariciar toda esa pierna. Su carne estaba algo caliente, sus musculos eran bien duros. No imaginaba sentir algo tan agradable en una mujer de mas de cuarenta años, asi que creo que me llevaba una sorpresa. Como era agradable tocarla, entonces comenzaba a manosearla un poco. Realmente era delicioso tanto tocarla como verla. Ya sin darme cuenta sentía como querer masturbarme, ya estaba bien caliente. Pero a la vez cebado con Marta, con su pierna. Quería mas que masturbarme con mi mano, quería masturbarme con una parte de su bello cuerpo. Pero en esa posicion era imposible.

Pero, ya sentia mas ganas asi que con mi mano iquierda quise masturbarme. Cuando dirigía mi mano izquierda hacia la zona de mi pene, ella con un movimiento rapido y seco aparta mi mano izquierda. Y yo me quedo frio. Pensaba que todo estaba permitido y no entendia ese giro de la situacion. Pensaba que le gustaba eso, pensaba que estaba conmigo en eso. Y entonces? Porque hizo eso?

Lo que si mi mano no se despegaba de su pierna y todavia estaba caliente y mi pene ya esta erecto. Entonces, daba por terminado mi acto sexual con ella, cuando ella en otro movimiento algo brusco e inesperado coloca su mano derecha encima de mi pene, que si bien todavia estaba vestido con mi pantalón, se podía ver perfectamente mi bulto y sentirlo. Y de inmediato comienzóa introducir sus dedos y su mano por dentro de mi pantalon y tomó mi pene y comenzó a masajearlo y masturbarlo. Sentir los dedos y su mano menear mi pene fue una sensasion indescriptible. Los musculos de su mano, sus dedos sentirlos mover, la fuerza que ejercía. Y mientras sentía con mi mano derecha tocar y manosear su pierna, pasando toda mi mano por ella, comence a buscar con mi mano vagina. Me habia olvidado ya por completo de mi intencion de masturbarme mientras tocaba su pierna. Ya estaba en otra cosa mejor. Aunque tenia que trabajar bien mi brazo para poder hacerlo.

Cuando por fín llegue al destino deseado, pude darme cuenta que sus bragas estaban bastante húmedas, asi que procedi a introducir mis dedos por dentro de las misma y a tocarle bien con mis dedos. A partir de ese momento pude ver su cara y pode ver por fín su mirada lujuriosa y con la expresion llena de gozo de placer. Habia visto por fin la transfomacion que habia deseado en el primer momento que la vi a ella.

En cualquiero momento podía llegar cualquiera, pero no nos importaba. Nos importaba gozar. Yo estaba gozando a punto de correrme en su mano. Ella estaba gozando y no quien de los dos iba a acabar primero. Cuando por fin creo sentir que ella se viene, Siento que se viene, puedo adivinarlo. Estaba feliz de poder hacerla acabar antes. Muevo mi cara para poder verla en ese momento tan supremo, pero justo cuando alcanzo a verla siento que me estoy ya por correr yo. Mierda jajaja justo en el momento que estaba gozando viendo su rostro, justo en el momento que estaba corriendome.

Hicimos durar ese momento lo maximo que pudimos para disfrutar hasta del ultimo segundo. Luego, ella se fue para su sector para limpiarse, y despues de eso vino hacia a mi para limpiarme con una profesionalidad como si se tratara parte del tratamiento. Pero siempre con su toque personal que tanto lo caracterizaba.

Bueno, espero que les haya gustado. Termino asi porque que se me hizo muy tarde,, y gracias por todo Marta ;)