por jackdaniels » 07 Ene 2012, 14:56
La consecuencia más inmediata de la pérdida de la vergüenza es la ausencia total del sentido del ridiculo, y todo este esperpento biográfico viene a significarlo. Pero, espantajos y ridiculeces históricas aparte, todas estas bufonadas no pasarían de la mera charlotada quimériconacionata si no fuese porque, salvo rarísismas excepciones, están dotadas de la pertinente asignación dineraria con cargo a los presupuestos autonómicos y por ende nacionales. Bromas y títeres sí, pero no a costa del contribuyente, no a costa de recortes en servicios prioritarios. El catalán, como el resto de penitentes ibéricos, no quiere que la sanidad que paga le sea chamarileada por la risa como terapia.