CONVIVENCIA Y FANATISMOS
Desde luego, Europa puede que ya no tenga remedio. En cincuenta años los islamistas serán un grupo tan importante (ya que se reproducen 3 a 1) que serán los "nativos" los que tengan que velar por su supervivencia.... y posiblemente serán menos tolerantes que lo que ellos encuentran ahora aquí.
Ayer veía una fotografía significativa en la prensa. Días pasados, según ha salido en todos los medios de comunicación, una familia marroquí con nueve personas habitaba un pequeño piso de 60 metros en un pueblo de Tarragona. Se incendió y varios niños murieron. Hasta ahí una gran desgracia, le pase a quien le pase.
La fotografía dos días depués, era de un amplio grupo de musulmanes, la mayoría mujeres (para estas cosas sí les sirven a los varones) con la cabeza cubierta habitual, protestando ante el Ayuntamiento porque quieren mejores pisos para vivir. Todas las cosas que se les podrían decir ya las sabemos todos, pero el tema es que en pocos años a este paso muchos de ellos estarán al frente de los Ayuntamientos y al ser culturas tan diferentes, sin deseo alguno de integración, el conflicto social está garantizado de antemano.
Y esto no es discriminación ni racismo. Sí es un problema de integración y culturas muy diferentes. Vemos que en Francia no ha pasado nada por haber tenido un presidente Sarkozy de origen húngaro, un actual ministro del interior catalán, Valls, o una gaditana como alcaldesa de París. Pero es que su integración es tan plena y su identificación con el país en el que viven tan total, que son tan franceses como cualquier otro ciudadano de varias generaciones parisinas. Y nadie lo discute.
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El 4 de agosto de 2013 el líder ruso, Vladimir Putin, se dirigió al parlamento de su país con este discurso acerca de las tensiones con las minorías étnicas:
“En Rusia vivid como rusos! Cualquier minoría, de cualquier parte, que quiera vivir en Rusia, trabajar y comer en Rusia, debe hablar ruso y debe respetar las leyes rusas. Si ellos prefieren la Sharia y vivir una vida de musulmanes les aconsejamos que se vayan a aquellos lugares donde esa sea la ley del Estado.
Rusia no necesita minorías musulmanas, esas minorías necesitan a Rusia y no les garantizamos privilegios especiales ni trataremos de cambiar nuestras leyes para adaptarlas a sus deseos y supersticiones medievales. No importa lo alto que exclamen “discriminación”, no toleraremos ni la menor falta de respeto hacia nuestra cultura rusa.
Debemos aprender mucho de los suicidios de América, Inglaterra, Holanda y Francia si queremos sobrevivir como nación. Los musulmanes están venciendo en esos países, pero jamás lo lograrán en Rusia, ya que nosotros estamos hechos de otra pasta y tampoco tenemos vocación de suicidio. Las tradiciones y costumbres rusas no son compatibles con la falta de cultura y formas primitivas de la Sharia y los musulmanes. Cuando este honorable cuerpo legislativo piense crear nuevas leyes, deberá tener en mente primero el interés nacional ruso, observando que las minorías musulmanas no son rusas ni se adaptan a nuestra cultura.”
Los miembros del Parlamento Ruso puestos en pie ovacionaron a Putin durante cinco minutos.