Este texto es de Iren, tal cual:
Dice que es su contestación, que la publique yo, que ella ni puede ni quiere entrar!!
Dice más cosas pero las mantendré en privado!!
Y sobre el texto ni un solo comentario por mi parte, cada uno conoce a cada uno, y yo os pediría que lo leyerais y, ya que ella se declara ausente tampoco hagáis comentarios. Gracias!!
Volver, volver, volver...
Nunca es fácil y si tienes el viento en contra, caminar supone un esfuerzo que yo estaba reacia a afrontar. Soy de irme poco a poco, sin despedirme, dejando las puertas abiertas para una próxima visita.
El tiempo pasa deprisa y a veces se alarga demasiado, hasta que un día acabas recalando en el puerto que un día abandonaste. En silencio recorres sus calles, reconoces a sus habitantes, sabes que están bien y sonríes, nada ha cambiado y eso te da la seguridad de saber que allí siempre tendrás un refugio en el que guardarte si algún día te apetece.
Volver y quedarse no entraba en mis planes, sin embargo, sin saber porqué, allí estaba, volviendo sobre mis letras, dejando impresas las paredes de mi casa, de mi playa, de mi arena, de mi mar.
Como Ulises en su vuelta apareció él: amable, cariñoso, deseoso de ternura, de ser aceptado, entendido, de notar la caricia de una palabra amable...y me vi reflejada, como si de un espejo mágico se tratase que me devolvía una imagen tierna, un recipiente donde dejar los besos, las caricias, la ternura.
Apenas duró unos días. La vida es de granito, y detrás de las letras impresas, no siempre hay lo que aparenta, un viento cálido, puede convertirse en huracán que pretende arrastrarte a una vida insulsa, llena de groserías y malas palabras.
Me acordé del Dr. Jekill y Mister Hyde, y una sensación de pavor se apoderó de mi.
Soy valiente, sin embargo temo a la locura, a la bipolaridad, he compartido parte de mi vida, con ella. Mi amiga del cole, la padecía y nunca olvidaré sus ojos tiernos que de repente se tornaban en crueles y vengativos, sin haber mediado palabra.
Es miedo me ha acompañado siempre a causa de esa experiencia y corté, fui sinceramente cruel. Le dije que no quería relaciones con seres tan complejos, que mi vida ya lo era bastante, como para cargar con una relación que me llevaría irremediablemente a empeorarla.
Mi conciencia, esa estúpida conciencia me dio la lata muchos días. Un enfermo es un ser humano que hay que ayudar. Ella me ganó y di los pasos necesarios para volver con esa relación, dejando muy claro hasta donde quería llegar. Solo amigos, contenidos y nada más.
Su vida empeoraba paso a paso y lo veía sufrir, por amor, por sentirse rechazado, por considerar que lo que escribía con tanta devoción no era admirado en su justa medida.
Los días pasaban y yo me sentía cada vez peor conmigo misma. En ese pequeño tiempo en que estuvimos separados me apartó de un amigo, al que contó él o a través de otros, cosas que no eran ciertas. Debí seguir mi instinto, no mi conciencia, pero no lo hice.
Oscuros son los caminos que suelo seguir. No me dejo derrotar fácilmente, me gustan los retos. Ya no confiaba en él y a mi pesar, sentía que debía ayudarle, y lo hice, de tal manera que no me arrepiento, por lo menos que alguien saque algo positivo de esa absurda relación.
No debía confiar en él, pero lo hice, siempre he sido demasiado confiada. Lo dejé entrar en mi casa, en mis pesares, en mis alegrías, las compartí con él y escuché las suyas, pero nunca estaba contento, siempre tenía algo que reprocharme, algo que yo fui entendiendo que era un problema que no era solo conmigo, también con los otros que él llamaba sus amigos.
Un día me dijo que una gran amiga suya, había escrito algo que él consideraba una m, que no entendía como se atrevía a publicarlo y volví a ponerme en guardia.
Una serie de acontecimientos, me devolvieron a la realidad: falso, manipulador, contador de secretos de otros, "conocer es poder", llegué a la conclusión, de que quería saber hasta donde era capaz de llegar.
Un perro que me seguía mirándome con rabia, me dio la pauta para destripar su complejo cerebro. Amor y odio, todo en uno. Denso, intenso, apasionado y rabioso, jamás olvidaría la primera vez que le dije no, que no quería personas complejas y problemáticas en mi vida.
Quería saber hasta donde podía llegar y ya lo sé. Bendito sea Dios, aparta de mí este cáliz, que hasta ahora no fue nada, pero en el futuro sería seguramente fuente de amargura.
Fin.