Será posible que tanto tiempo Pedro de Valdivia (fundador de Santiago), haya agarrado de tontos a los chilenos.
Como es posible que los tamaleros chilenos (historiadores), hayan engañado tanto tiempo a su pueblo, con la historia de sus primeros habitantes y con la fundación de Santiago de Chile.
Una vez mas, los instrumentos de la ciencia, en manos de “arqueólogos chilenos”, derrumban otra mitología chilena. Sera posible que un pueblo haya vivido en el engaño mas grande?.
No que eran, el pueblo mas a culturado de América, que la prueba pisa y demás tonterías, ponían la educación de Chile por encima de todos. Todos se preguntaran, ¿para que michi sirvió la plata del salitre?
Los archivos peruanos son claros, para que les sirviera la monumental biblioteca robada de Lima. Solo era cuestión de abrir sus páginas (nada mas de simple…).
Tantos siglos se rompían la cabeza (los tamaleros), por descubrir de donde viene la palabra “Chile”, - cuando solo era cuestión de hablar con los peruanos. Cuan fácil, era saber que los "mitimaes de Chili" (Arequipa - Perú), fueron trasplantados al valle del Mapocho, era fácil.
Teniendo tanta información y no saber nada, de los caminos, canales y adoratorios que circundaban Santiago, tenían factura Inca.
Acaso no era fácil enterarse, que con Almagró llegan los orejones del Cuzco y sujetan a todos los caciques cuzqueños del Mapocho. Muchos años antes, que Valdivia engatusara a todos lo chilenos, con el cuento de la fundación.
Acaso no se enteraron que Felipillo, subleva a todos los caciques del Mapocho contra Almagro, muchos años antes que Valdivia los engañara. Solo falta que pongan un monumento al primer héroe de la emancipación de Chile, el peruano Felipillo, (si es que tienen un poco de dignidad).
Acaso no se enteraron que el ladrón español desorejado por Pizarro en Cajamarca, vivía a sus anchas en el valle del Mapocho, muchos antes que Valdivia inventara aquella historia (elevada a mitología), sobre la fundación de Santiago. Eso no puede llamarse historia.
¿Será posible tanta ignorancia?
Ahora desean ser Incas
Video desde : www.youtube.com
“Mapocho incaico”, del Museo de Historia Natural:
La investigación que derrumba la historia oficial sobre la fundación de Santiago
Damaris Torres
Mucho antes que Diego de Almagro y Pedro de Valdivia pisaran tierras nacionales los Incas ya se habían apostado en lo que hoy conocernos como la Capital de Chile, Santiago. Según una investigación realizada por el Museo Nacional de Historia Natural el pueblo del norte habría extendido el Tawantinsuyu Sur y se habrían asentado entre el cerro Huelén, los distintos brazos del río Mapocho y las actuales calles Catedral y Brasil.
Un centro administrativo Inca -urbano y político- prehispánico es lo que el arqueólogo, Jefe del Área de Antropología del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), Rubén Stehberg, y el historiador y académico de la Universidad Andrés Bello, Gonzalo Sotomayor, descubieron en el casco histórico de Santiago.
La investigación “Mapocho incaico” fue realizada durante todo el año 2012 y demostró que antes que Pedro de Valdivia llegara a territorio nacional (1541), en la ciudad ya existía un centro con construcción típica, costumbres y gobernación parte del Tawantintuyu Sur.
Análisis que se evidenció con las excavaciones que se están realizando en el Museo Chileno de Arte Precolombino, donde se han encontrado restos de cerámicas, basura y comida propias de un centro ceremonial inca.
Esta administración se emplazó entre el cerro Huelén, actual Santa Lucía, por el oriente; los dos cauces del río Mapocho por el norte y sur; y por algún punto intermedio entre las actuales calles Banderas y Brasil por el poniente, así lo explicó Rubén Stehberg, quien además, sostuvo que estos límites geográficos son los mismos usados en la ciudad de Cuzco, Perú: “Cuzco fue emplazada al pie de un cerro sagrado, Sacsayhuaman, y está flanqueado por dos esteros que confluyen en el río de Cuzco. En ese sentido hay una similitud bastante interesante”.
El arqueólogo, además, sostiene que este poblado debió ser algo similar a una provincia, y el más austral del imperio del Tawantinsuyu.
Plaza de Amas de Santiago: el tambo mayor
Pero no sólo las fronteras de estos lugares son las semejantes, sino también la construcción con la que se encontraron los investigadores.
La edificación de este centro tenía calzadas, depósitos, canales, acequias, centros de adoración de altura, edificios, viviendas, chacras, cementerios, terrenos agrícolas y otras instalaciones. El historiador Gonzalo Sotomayor sostuvo que un tema determinante fue encontrar que en Santiago existían tres canales de construcción inca: “La acequia Vitacura, la acequia madre de ‘Huachuraba’, y la acequia antigua de Tobalaba. Todas hechas a mano e independiente de la del Maipo”. Situación que habla de “una infraestructura agrícola muy potente”, indicó Stehberg.
En el lugar de la actual Municipalidad de la comuna de Santiago se encontraba el “tambo mayor” (sitio que albergaba a los altos mados Incas) y que a la llegada de Pedro de Valdivia se usó como centro de reuniones para los primeros cabildos. Según las actas de la época revisadas por Stehberg y Sotomayor “Pedro de Valdivia se hizo nombrar gobernar del tambo grande que hay junto al tambo o plaza de esta ciudad, lo que significa un reconocimiento de parte de Valdivia de los sitios incas”, explicaron.
Además, por medio de un mapa de la Plaza de Armas de la época se dieron cuenta que ésta tenía una de sus esquinas abiertas, lo que es una construcción típica del norte. “Los españoles se intalaron en los solares que rodeaban al tambo mayor y una de sus esquinas estaba abierta, la del lado sur. Casualmente, las plazas incaicas siempre tenían un lado abierto, porque eran ceremoniales y dejaban ese lado para que entrara y saliera la gente”, dijo Stehberg.
“En 1613, prosiguió, hubo un pleito entre españoles para conocer la exacta localización del camino del inca. Camino que, concluyeron, llegaba hasta los paredones viejos del ‘Inga’, que estaba exactamente en la esquina de las actuales calles Puente y Catedral, lo que evidencia que existían casas de esta organización cuando llegaron los españoles”.
La fundación de Santiago
A la llegada de Pedro de Valdivia vivían en este centro administrativo “una amalgama de grupos locales: los mapochoes (quienes vivían cerca del Río Mapocho), los diaguitas y quienes provenían del mismo Cuzco”, setenció Stehberg, quien además señaló que “no debieron ser muchos los venideros del Perú, pues en la caso de Chile central los mitimaes son diaguitas del norte chileno que estaban propagando la cultura y lengua incaica”.
Ambos investigadores fundamentan que Valdivia “sabía a lo que venía”, pues antes ya había estado Diego de Almagro y porque, además, Valdivia “llegó con yanaconas, soldados de las etnias de la organización incaica, es decir con información exacta de lo que había acá”, dijo Sotomayor.
Situación, sostienen, que no quiere decir que Pedro de Valdivia no fundó Santiago, por el contrario señalan que ese es un concepto occidental que no tiene que ver con las culturas indígenas. “Santiago, como concepto, fue creado por los europeos”, expuso Rubén Stehberg.
Por su parte, Somotomayor insistió que “los españoles ocuparon un espacio que ya estaba utilizado por un tipo de infraestructura que definimos como centros administrativo, una intalación que jugaba un rol dentro de la organización de los incas que hasta antes de este artículo se pensaba que no existía o que estaba más al norte o en el valle del Aconcagua. Lo que nosotros demostramos es que la influencia del tawantinsuyu llegó hasta Santiago”.