Barrera de hielo de Ross
Esta impresionante capa de hielo que se alza en el mar de Ross suponía una intimidante barrera para muchos exploradores antárticos. De hecho, el lugar era conocido simplemente como “la Barrera”. Aunque su parte frente al mar es la más fina, de apenas 100 metros de espesor, tierra adentro, donde se encuentran los glaciares, el grosor alcanza los 1.000 metros. Aunque es difícil de creer, toda la barrera flota.
Esta barrera de hielo flotante tiene 520.000 kilómetros cuadrados y formó parte de las rutas que tomaron Amundsen y Scott para llegar al Polo Sur. Actualmente, la plataforma se mueve unos 1.100 metros al año y se estima que de ella se desprenden icebergs enormes, cada vez más debido al cambio climático. Los icebergs de más de 18,5 kilómetros de longitud reciben nombres como C-15, B-15, etcétera, que se refieren a los cuadrantes donde fueron avistados por primera vez, a menudo a través de satélites. Todo un mundo cambiante que es la muestra de la evolución constante que experimenta este continente de hielo.
Guía práctica para viajar a la Antártida
Visado. No se requiere visado, pero sí un permiso de los turoperadores, yates, investigadores y visitantes independientes de los países pertenecientes al Tratado Antártico.
Viajeros responsables. De cara a conservar el ambiente prístino de la Antártida (decenas de miles de personas visitan cada año los mismos lugares), las directrices de protección del Tratado Antártico para los visitantes son sencillas. Además, es esencial reservar con un operador turístico ecológicamente responsable para minimizar la contaminación en el mar y en tierra. Las sanciones por incumplir las directrices pueden acarrear multas (hasta 8.000 euros para ciudadanos estadounidenses e incluso pena de cárcel para británicos).
Cuándo ir. La temporada de los circuitos antárticos dura unos cinco meses (de noviembre a marzo), cada uno con sus momentos álgidos. A finales de temporada suele haber menos gente en los cruceros y menos fauna en tierra firme.
Cuándo reservar. Se aconseja reservar entre enero y mayo, aunque en cualquier caso con antelación suficiente a la época en la que se tenga planeado viajar. Los circuitos se copan enseguida; cuanto antes se reserve más posibilidades hay de elegir los mejores alojamientos y de encontrar descuentos.
Más información en la primera guía de la Antártida en español de Lonley Planet y en
www.lonelyplanet.es