Yo he sido el primero en criticar al reyerzuelo moro por su chantaje a España al incitar a miles de sus vasallos y algunos subsaharianos a tirarse al mar para penetrar ilegalmente en Ceuta mientras sus fuerzas de seguridad incluso colaboraban en esa acción hostil.
Es evidente que la atención sanitaria prestada por España a un líder del Polisario era solo un pretexto para semejante villanía. En realidad, Mohamed VI se siente como un pavo real con el reconocimiento ilegítimo y en contra de las resoluciones de la ONU por parte de Trump de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental pocos días antes de abandonar la Casa Blanca.
La frustración del sátrapa se debe a que esperaba que la UE y sobre todo España se unieran a la medida trumpista, pero ha cosechado una clara negativa por respuesta, con Alemania a la cabeza. La ira de la bola de sebo coronada se ha dirigido pues contra su único vecino europeo con el que comparte fronteras y, como de costumbre, con Ceuta y Melilla como objetivos.
Ahora bien, el linchamiento de la caverna ultraderechista contra Luna Reyes, por su gesto humanitario hacia un inmigrante es sencillamente ODIOSO Y REPUGNANTE y deja bien a las claras, por si quedaba alguna duda, la clase de gentuza que sigue tal ideología, por llamarla de algún modo.
Las barbaridades que estos miserables han dirigido contra la chica causan vergüenza ajena.
EL LINCHAMIENTO ULTRADERECHISTA DE LUNA REYES
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