Anualmente casi una veintena de japoneses tienen que ser repatriados al país asiático tras experimentar lo que se conoce como síndrome de París, una extraña enfermedad que parece ser producto del choque cultural, emocional y el cansancio originado tras visitar la capital francesa.
El Síndrome de París (en francés, Syndrome de Paris, en japonés, パリ症候群, Pari shōkōgun) es un trastorno psicológico transitorio encontrado en algunos individuos que visitan de vacaciones París como resultado del choque extremo derivado de su descubrimiento de que París no es lo que esperaban que fuera. Está caracterizado por un número de síntomas psiquiátricos tales como una aguda desilusión, alucinaciones, sentimientos de persecución (la percepción de ser víctima de algún perjuicio, agresión u hostilidad de los demás), desrealización, despersonalización, ansiedad y también manifestaciones psicosomáticas tales como mareos, taquicardia, aumento de la sudoración y otros síntomas.1
Una de las posibles causas de este síndrome es que la persona se crea elevadas expectativas en relación a esta ciudad antes de viajar y al llegar se queda desilusionada, o por el contrario, le impacta la imponente ciudad. El tratamiento generalmente consiste en acompañamiento psicológico con un psiquiatra o psicólogo, y en algunas ocasiones dependiendo de la gravedad el médico podrá recetar medicamentos antipsicóticos.
A pesar de que este síndrome no está reconocido en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, es una alteración psicológica que requiere de atención por un profesional en salud mental.
Los síntomas más comunes que se manifiestan en personas que sufren el Síndrome de París son:
Inquietud;
Delirios;
Ansiedad;
Despersonalización;
Agresividad;
Irritabilidad;
Aumento de los latidos cardíacos;
Sudoración.