Deutsche Bank, el mayor banco alemán y uno de los más grandes de Europa, está siendo este viernes una nueva víctima del nerviosismo de los mercados con el sector bancario. El grupo ha caído un 8,53% en Bolsa en una sesión en la que ha llegado a caer más de un 14%, un hecho que ha arrastrado de nuevo a las entidades europeas a caídas generalizadas. El desplome bursátil de Deutsche se produce una semana después de la caída de Credit Suisse y 15 días tras el colapso del sistema de bancos medianos en EEUU.
La cotización de los principales bancos del Viejo Continente volvía a registrar fuertes caídas este viernes, lo que sugiere que las recientes intervenciones por parte de las autoridades financieras no han calmado los nervios de los inversores, después de que los grandes bancos centrales hayan continuado subiendo los tipos de interés a pesar de las turbulencias.
No están claras las razones que han llevado a Deutsche Bank a sufrir esta jornada de turbulencias bursátiles ya que la situación en torno a la primera entidad alemana son ahora más calmadas que durante la crisis que vivió hace un lustro. Pese a ello, el coste de los seguros de garantía frente a impago, conocidos como CDS e indicador de la confianza de los mercados en la entidad, han registrado un fuerte incremento durante la jornada de este viernes. Si bien, sus niveles no se han aproximado a los que tuvo Credit Suisse antes de la intervención de las autoridades.
Los mercados de toda Europa están teñidos de rojo por la inquietud que ahora se centra en torno a la entidad alemana. El Ibex 35, en España, se deja más de un 2,1% y ve de nuevo cómo se alejan los 9.000 puntos.
Ahora si que da la sensación que todo se puede ir a la mierda en cualquier momento.