Bueno, esta competición también se ha acabado. No ha tenido tanta repercusión, como la Copa de África. Más que nada, porque en Europa no hay tantos asiáticos como africanos. Ni inmigrantes ni jugadores de fútbol. Y no podemos decir que haya grandes estrellas asiáticas. El cuadro del evento, ha quedado así:
Bueno, pues... parece que elegí para la final, justamente, los que no iban a llegar a ella. Impresionante lo de Jordania, llegando a la final. Catar se vuelve a alzar con el título, celebrado en su país. Hace unos años, sucedió lo mismo. Sin embargo, Catar en los mundiales es un cero a la izquierda, y países como Australia, Corea del Sur y Japón, tienen un mejor desempeño. En fin, otro fútbol, el asiático, que no sigue ninguna lógica.