por Gancho » 04 Ene 2013, 19:26
Como ya hemos visto antes, sabemos que los catalanes siempre han estado orgullosos de ser catalanes y españoles, que como muchos otros españoles murieron por la libertad de toda España y que lo del antiespañolismo es de hace cuatro días, cuando la burguesía catalana ha visto peligrar sus privilegios, ha sabido adoctrinar a un pueblo, el catalán, inventando héroes que nunca lo fueron y gestas que nunca existieron, para que el pueblo, el catalán, crea que fueron lo que nunca fueron.
¿I a que héroe aclaman el día nacional más importante del calendario anual, la Diada?, pues al “cunselle Casanova” todo un héroe que lucho contra el invasor imperio español y que encabezo esa lucha hasta la muerte, si hacía falta.
El 11 de Septiembre se conmemora la rendición de la ciudad de Barcelona, tras no reconocer por parte de las Cortes Catalanas, el 10 de julio del mismo año, el Tratado de Utrecht que ponía fin a la Guerra de Sucesión Española, guerra de sucesión, no de secesión. En el que el archiduque Carlos renuncia al trono de España, reconociendo la soberanía de Felipe D´Anjou.
Podríamos creer que esto fue una cosa entre España y Cataluña, o entre España y la Corona de Aragón, pero pensar eso, que es lo que quieren los nacionalistas catalanes, es caer en un gigantesco fraude histórico. Ciudades y comarcas pertenecientes al Reino de Aragón como son, Castellón, Alicante, Calatayud, Tarazona, Vic o Cervera, fueron partidarias de Felipe V, y ciudades como Madrid, Alcalá o Toledo lo fueron al aspirante austriaco, el archiduque Carlos. Lo que los nacionalistas intentan esconder es que aquello fue una guerra civil entre españoles, no entre españoles y catalanes, incluso más aún, entre potencias extranjeras, a las que no les interesaba (las partidarias del archiduque), que España y Francia unidas por la misma dinastía, adquirieran un poder desmesurado.
Felipe V nunca abolió las libertades civiles de los catalanes, sino que quitó los privilegios exclusivos que tenía la burguesía catalana. Las Cortes Catalanas, lejos de tener las características de una democracia, estaba inmersa dentro del patrón feudal del Antiguo Régimen, en el que la inmensa mayoría de la población estaba relegada de cualquier privilegio que no fuese otorgado por su Señor, o sea ninguno.
Nunca el Rey Borbón cuestionó les derechos forales de Cataluña, pues reinó sin oposición interna entre 1700 y 1705 hasta el punto que en 1701 había celebrado Cortes en Barcelona, donde no sólo confirmó los fueros, sino que recibió numerosas donaciones, solo fueron derogados al finalizar la contienda.
La unidad de España nunca fue puesta en duda por ninguno de los dos bandos, ya que los seguidores del archiduque Carlos en Cataluña siempre defendieron la unidad de España, solo trataban de imponer su candidato al conjunto de todo el país, apelando a la libertad de toda España, recelosos de la influencia francesa. Los soldados que fueron derrotados el 11 de septiembre de 1714 frente a las tropas de Felipe V estaban mandados por el general Antonio de Villarroel, el cual, para inculcarles ánimos les decía que “estáis luchando por nosotros y por toda la nación española”.
Como hemos dicho, el decreto de Nueva Planta, llamado en realidad Cédula Real de Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña, ni abolió las libertades civiles ni mucho menos prohibió el catalán como los nacionalistas intentan hacernos creer, este decreto organizaba las instituciones judiciales en Cataluña, respetando las Constituciones y prácticas previas, estableciendo que los letrados fuesen expertos en legislación y lengua catalana. Fijaba el castellano meramente como lengua jurídica y eliminaba los privilegios por nacimiento en un determinado territorio.
Lo que es cierto es que el final de la guerra supuso el final de tres siglos de decadencia de Cataluña y el inicio de un resurgimiento económico que nunca antes había experimentado, el siglo XVIII, lejos de ser un periodo de declive en Cataluña, resultó ser una etapa de particular esplendor y auge demográfico, agrícola, comercial e industrial, gracias al proteccionismo de la Corona.
Pues bien, sabiendo ya la farsa que los nacionalistas han montado sobre lo que fue y las consecuencias que produjo sobre todo en Cataluña, totalmente contrarias a sus falsos argumentos, les tocaba inventar un héroe, ya que el gran imperio catalán, con 1000 años de historia, carecía de él, y eligieron al “cunselle Rafael Casanova” al cual, cada 11 de Septiembre, lo encumbran hacia el mismo Olimpo como el héroe y mártir de la gran nación catalana, culminando el acto con la ofrenda de una corona de laurel ante su estatua, ¿pero fue realmente un héroe mártir el “cunselle”?.
El día del asalto final de las tropas borbónicas, Casanova estaba durmiendo y, avisado, se presentó en la muralla con el estandarte de Santa Eulalia (tal como está representado en su misma estatua y no con la bandera cuatribarrada que es como hubiesen querido los nacionalistas), para dar ánimos a los defensores. ¿Y que creéis que hizo?¿coger una hoz y ponerse a cantar aquello de “bon cop de fals”?¿levantar su fusil y dirigir a sus hombres hacia la muerte por Cataluña?, pues no, sufrió una leve herida en una pierna y desapareció, quemó todos los archivos, se hizo pasar por muerto, y huyó de la ciudad disfrazado de fraile para esconderse en una finca de su hijo en Sant Boi de Llobregat. En 1719 fue amnistiado y volvió a ejercer como abogado sin ningún problema hasta retirarse en 1737. Murió en Sant Boi de Llobregat en 1743.
Si hay que agradecerle algo al “cunselle Casanova” es haber llevado a la muerte a más de 4000 personas, entre ellas catalanes, valencianos, aragoneses y aunque no les gusta decirlo ...castellanos, que también murieron por la libertad de Cataluña y la de toda España, muertes que se hubiesen podido evitar, pues aquello era una batalla perdida y sin sentido, ya que todas las casas europeas, por el Tratado de Utrecht, habían confirmado la legítima titularidad como Rey de España a Felipe V…. lo dicho, un verdadero héroe.