Pikotasso escribió:
Lo más grave del asunto de la pederastia en la Iglesia, al margen de los hechos en sí, ha sido el constante encubrimiento y protección de la institución a sus ovejas negras, que son muchas. Ha habido numerosos casos de sacerdotes que, después de años de constantes abusos a menores (por supuesto, conocidos por la jerarquía eclesiástica) y cuando el ambiente en la zona era ya irrespirable, simplemente fueron trasladados por la Iglesia a otras diócesis, donde no fueran conocidos. Como cabía esperar, en sus nuevos destinos siguieron dando rienda suelta a sus perversiones, ahora con más tranquilidad.
Totalmente de acuerdo contigo Piko