No conocia este caso, es realmente indignante, el por supuesto debería ir a la cárcel del tirón y que cuente allí dentro lo que estaba haciendo, pero ella también por complice, asi como todos los que de una manera o otra han estado, tapando o mirando hacia otro lado.
Pero y el tema de niños abusados por curas dentro de la Iglesia Española, donde esta la indignación aqui?
Porque si la indignación es porque son de Izquierdas, como debe ser cuando viene de parte de quien debería "haber traído al mundo esperanza, ayuda y socorro, trajo solo la maldad" (Juez Sean Morris).
A pesar de ser el Español un Estado aconfesional, se conceden privilegios especiales a la iglesia católica. De esta forma, resulta que los curas que han abusado, humillado, sometido y hasta violado a niños en colegios, internados y residencias infantiles de todo tipo, están cumpliendo sus sentencias no en cárceles, como les correspondería por su grave delito, sino en edificios diocesanos, donde son “custodiados” por la misma iglesia católica.
De esta forma, y gracias a la investigación de algunos periodistas, ha salido a la luz que estos delincuentes sexuales son recluidos por la iglesia en parajes recónditos, donde sus superiores les envían para que recapaciten sobre su mal comportamiento y se arrepientan de sus pecados. Algunos de estos lugares son residencias juveniles e infantiles en medio del campo, aisladas de las ciudades y de cualquier otro centro urbano, de forma que el pervertido cura que está allí recluido no se vea obligado a sufrir ningún tipo de “abstinencia” en sus pecados contra la carne (¿o es a favor de la carne?... en fin, lo uno o lo otro es igual de repugnante). Así es como la iglesia católica hace cumplir su condena a estos violadores de niños: poniendo al zorro a cuidar el gallinero.
El Estado español, su abyecta justicia y sus prevaricadores jueces y magistrados, han sido y son los cómplices de que todos estos curas pederastas gocen de impunidad y de que anden libres y sueltos, dando rienda suelta a sus peligrosos instintos sexuales. La iglesia católica, que dicho sea de paso es la confesión religiosa que más curas depravados tiene hasta el momento en todo el mundo, desde su infinita compasión y su oportuna templanza, también se ha desgarrado los hábitos para perdonarlos. En su infinita bondad, dicen, el Señor perdona también esos execrables pecados. La frase atribuida al Cristo “Dejad que los niños se acerquen a mí”, ha servido a los sacerdotes católicos de oportuna excusa y pertinente promoción para atraer hasta sus redes a incautos e indefensos infantes y barrenarlos por la puerta de atrás en cuanto la oportunidad se les presentaba.