Hola, zurdoquete, ¿sabes que Gila era una maltratador? Eso lo ha dicho su viuda en una entrevista de TV.
El se inventó un pasado rebosante de épica comunista, pero al realidad fue distinta. Llegó la Guerra Civil y con 16 ños, se alistó voluntario en el Quinto Regimiento de Líster y acabó sirviendo en el Regimiento Pasionaria, de infame recuerdo. En 1938 fue hecho prisionero por los Regulares, que “lo fusilaron mal” una fría noche de Diciembre. En efecto, los moros, que debían de estar muy borrachos, dispararon al grupo de rojos contra un paredón pero a Gila no le dieron, así que se hizo el muerto y logró escapar. Viendo la cosa fea, rompió en pedazos su carné de las JSU y se mostró muy colaborador cuando fue definitivamente capturado por los nacionales. A pesar de su escabrosa militancia política, solo pasó algunos meses en varias cárceles y, después de chuparse 4 años de mili dócil como un cordero, pudo trabajar sin problemas en la mejor prensa humorística del país, alternado su labor de periodista con su puesto de chófer del Gobernador Civil de Zamora, cuya confianza y la de otros altos cargos del franquismo supo ganarse hábilmente. En 1951 hizo su primer monólogo en un teatro (sobre la guerra, precisamente) y en los años siguientes actuó muchas veces para Franco en su tradicional recepción de La Granja del 18 de julio. ¡Toda una víctima!
Y un autétnico hijo de puta maltratador, por todo lo revelado por su viuda en una entrevista.